La gran ausente en el Día Nacional de Mónaco

El preocupante silencio de Charlene de Mónaco ante las nuevas noticias sobre su salud

El príncipe Alberto ha confirmado en una entrevista que su mujer ha ingresado voluntariamente en un centro para recuperarse física y emocionalmente

Por L.F.S.

La imagen del príncipe Alberto conteniendo la emoción mientras monseñor Dominique-Marie David deseaba una pronta recuperación a Charlene de Mónaco condensa casi todos los titulares que ha dejado este viernes el Principado: desde la ausencia de la Princesa en los actos, ya anunciada después de que palacio comunicase su retirada temporal de la vida pública, a las palabras de su marido explicando con toda claridad qué ocurría con Charlene. En toda esta sucesión de acontecimientos hay una protagonista indiscutible: la princesa Charlene y también una voz que aún no se ha oido: la suya. 

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El mensaje de Jacques y Gabriella desde el balcón de palacio: 'Te echamos de menos, mami'

En la entrevista concedida a la revista People, Alberto de Mónaco explicaba que su mujer había decidido ingresar en un centro fuera del Principado, pero en Europa, para recuperarse de un agotamiento profundo físico y mental. Una situación que le impedía dormir y comer con normalidad y ante la que ha decidido buscar ayuda profesional. El soberano ha dado todo lujo de detalles sobre su estado y ha zanjado todas las especulaciones sobre una posible crisis en su matrimonio o cualquier otra enfermedad grave. Lo ha hecho en clave muy personal, contando cómo se encuentra él, cómo estan los niños y la forma en la que conjuntamente con su esposa y sus cuñados tomaron la decisión. No ha escogido para este ejercicio de transparencia y sinceridad un canal oficial que distribuyera un parte médico, ni tampoco un medio nacional monegasco, sino una conocida revista norteamericana. 

Sus palabras explican la repentina desaparición de Charlene de la escena pública después de seis meses tratándose una infección en Sudáfrica, también el mensaje de cariño de sus hijos desde el balcón del palacio Grimaldi, o el rostro de preocupación de su marido, así como el de sus cuñadas Estefanía y Carolina de Mónaco ante los buenos deseos del sacerdote en la misa de la catedral con motivo del Día Nacional. Sin embargo, hay un interrogante aún sin respuesta: ¿por qué no se ha pronunciado la propia princesa? De ella hace tiempo que solo conocemos algunas pinceladas a través de las publicaciones que comparte en su cuenta oficial. No era así hace seis meses, cuando anunció que no podría volver a Mónaco por prescripción médica. 

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Si bien fue un comunicado oficial del palacio el primero en informar que la esposa del príncipe Alberto se ausentaría de sus próximas citas por motivos de salud, poco después Charlene contaba a través de su propia fundación los detalles de su enfermedad en primera persona expresando también su pesar por estar alejada de su familia. En los meses posteriores, también explicó cómo evolucionaba y lo mucho que echaba de menos a su marido y sus hijos a varios medios de Sudáfrica. Desde el mes de agosto, después de que los cuatro protagonizasen aquel idílico reencuentro familiar en plena naturaleza, apenas ha vuelto a ofrecer declaraciones de su boca, tan solo a mediados de octubre ofreció unas breves declaraciones a un medio local de su país natal en las que aseguraba que se encontraba fuerte y con ganas de ver alos suyos. Excepto en esa ocasión, ha sido el príncipe Alberto el encargado de ir dando algunos detalles sobre su recuperación, hasta esta entrevista en la que se ha abierto en canal. 

Charlene de Mónaco rompe su silencio

El hijo de Rainiero de Mónaco ha contado cómo su esposa se encontró muy abrumada a su llegada al Principado, sobrepasada por las circunstancias, no podía hacer frente ni a las tareas oficiales ni a la vida familiar. Todo ello para insistir, una vez más, en que su ausencia no está relacionada con ningúna crisis matrimonial ni ninguna otra enfermedad de carácter más grave. Se trata de una aclaración de suma importancia, igual que lo son los problemas que asegura que llevaron a su mujer a ser ingresada de nuevo, esta vez, por voluntad propia. Lo llamativo en este caso es que, al menos de momento, ese paso al frente para hablar de su situación personal no la haya dado la propia Charlene de Mónaco.