Tras siete años de feliz matrimonio, Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo, herederos del Gran Ducado, han dado la noticia que tanto se esperaba en el país: van a ser padres de su primer hijo. La cuenta oficial de Palacio anunciaba la noticia con nuevas imágenes oficiales de la pareja, en las que posan en unos jardines muy cariñosas y la ilusión lógica en el rostro. "Sus altezas reales el Gran Duque y la Gran Duquesa tienen la inmensa alegría de anunciar que el Gran Duque Heredero y la Gran Duquesa Heredera esperan su primer hijo. El nacimiento está previsto para el mes de mayo. El Gran Duque y la Gran Duquesa, así como los miembros de las dos familias se unen a su felicidad" rezaba el comunicado en el que Enrique y María Teresa de Luxemburgo informaban de la buena nueva.
En las imágenes oficiales que ha publicado el Gran Ducado en su página web, Guillermo y Stéphanie posan abrazados y dedicándose miradas de cariño en un entorno natural teñido de los colores del otoño. En una primera tanda de fotografías, ambos lucen un look muy informal. Él ha apostado por unos pantalones beis con americana azul marino sin corbata, mientras que ella se ha decantado por unos cómodos vaqueros y camisa suelta azul. Completan el book, dos posados más en clave más elegante en los que han recurrido él a la corbata y ella a un elegante traje con chaqueta morada.
La buena noticia se ha hecho esperar y, aunque al principio de su matrimonio, ambos eran partidarios de aplazar un tiempo la paternidad, hace cinco años Stéphanie confesaba en una entrevista su deseo de formar una familia numerosa como la suya, en la que es la pequeña de ocho hermanos. “Provengo de una gran familia. Fue una elección de mis padres y siendo la hija más pequeña, no puedo estar más contenta de su decisión. Ocho hijos son quizás demasiados, pero de alguna forma me gustaría seguir su ejemplo, mantener ese espíritu de familia numerosa del que vengo”, aseguraba entonces.
Era 20 de octubre de 2012 cuando el primogénito de los grandes duques Enrique y María Teresa de Luxemburgo le daba el sí quiero a la condesa belga Stéphanie de Lannoy, una joven discreta y estudiosa, amante de la lectura, la música clásica, el esquí y la natación. La Catedral de Nuestra Señora de Luxemburgo se había engalanado para acoger a miembros de las Casas Reales de todo el mundo, pero los fastos habían comenzado el día anterior con una ceremonia civil y familiar en el Ayuntamiento, y una cena de gala repleta de discursos, brindis y emociones.
Desde entonces, la condesa de Lannoy ha desempeñado con sobresaliente su tarea como consorte del heredero. Recientemente, cuando nadie sabía la buena nueva, la veíamos ejerciendo de perfecta anfitriona durante la visita a Luxemburgo de Felipe y Matilde de Bélgica ya que la gran duquesa María Teresa se encontraba convaleciente. Entonces lució un vestido tipo túnica fucsia con bordados de inspiración oriental y complementos en dorado, perfecto para disimular una incipiente tripita premamá. Los grandes duques ya tienen cuatro nietos, los príncipes Amalia y Liam Enrique, hijos de Felix y Claire de Luxemburgo, y Gabriel y Noé, fruto del matrimonio entre Luis y Tessy de Luxemburgo que acabó en un complicado divorcio. El bebé que esperan los herederos se unirá alrededor del mes de mayo a sus primos llenando de alegría a la familia.
