Muchos vieron (o quisieron ver) en el funeral del duque de Edimburgo una oportunidad para que Guillermo y Harry acercaran posturas. Ahora, Robert Lacey, biógrafo real que publica en The Times, asegura que esa conversación de dos horas para suavizar tensiones nunca se produjo por miedo a que el contenido se filtrara a la prensa, como había ocurrido con conversaciones anteriores mantenidas entre Harry y su padre