Isabel II se ha sentado sin la compañía esta vez de su amado y añorado esposo, aunque tenía cerca en la sala a su hijo, Carlos de Inglaterra y a su nuera, la duquesa de Cornualles. La de este año ha sido la cuarta vez en la que el hijo de Isabel II acompaña a su madre en dicha ceremonia solemne, ya que también estuvo en diciembre del año 2019, en octubre de 2019 y en junio de 2017. Por su parte, Camilla acudía a la cita con un elegante vestido y abrigo en color crema, un sombrero a juego y uno de sus zapatos favoritos: los clásicos Chanel blancos con la punta oscura. Además, ha querido tener un gesto con la reina de Inglaterra añadiendo a su indumentaria un significativo broche. La joya en particular es de cristal de roca y perteneció a la Reina Madre, aunque posteriormente fue entregada a la esposa del príncipe Carlos por la propia Isabel II como un obsequio que la Duquesa ha lucido como una bonita muestra de su apoyo en un día emotivo para la monarca. La parte posterior del broche es transparente, por lo que consigue crear un efecto donde adquiere el color de la prenda sobre la que se dispone
Isabel II retoma sus obligaciones reales en Palacio tras la muerte de Felipe de Edimburgo