El duque de Sussex ha regresado a Londres para una audiencia preliminar en la Corte Suprema del Reino Unido

Las claves de la última batalla del príncipe Harry contra la prensa

El hijo del rey Carlos III se suma a una demanda colectiva contra el editor de 'Daily Mail' por supuestas escuchas telefónicas y otras violaciones de su privacidad

Por Sira Acosta

Si hay algo que está dejando claro el príncipe Harry es que no ha terminado de ajustar cuentas con su pasado. El duque de Sussex ha regresado a Londres para estar este lunes en una audiencia preliminar de cuatro días en la Corte Suprema del Reino Unido contra Associated Newspapers Limited (ANL), el editor de Daily Mail, por supuestas escuchas telefónicas y otras violaciones de su privacidad. Durante años el hijo del rey Carlos III se tuvo que callar, porque era la Casa Real británica la marcaba las normas, sin embargo, Harry lleva ya tres años fuera de la institución y está dispuesto a pelear todas y cada una de las batallas que no pudo en su día. El tema de este juicio viene de lejos, es complicado y tiene múltiples aristas, pero aquí te damos todas las claves del último capítulo que demuestra lo que ya contamos en nuestro podcast: para Harry hay un villano mayor que determinados miembros de la familia Windsor, la prensa. 

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Harry humaniza su batalla y da la cara

La llegada de Harry este lunes a Londres ha sido una sorpresa, ya que su participación iba a ser desde de California, pero de esta manera, sentándose con sus abogados ante el tribunal del reino del que huyó, ha conseguido que dentro y fuera del país se hable de un caso que perfectamente podría haber dejado en manos de sus abogados. Lo que no se sabe es si su presencia guarda relación o no con la cancelación del primer viaje de Estado de su padre tenía previsto a Francia, ya que, si Carlos y Camilla estuvieran allí, esta maniobra de Harry les habría eclipsado, exactamente lo mismo que ocurrió cuando Harry reconoció mediante un comunicado su noviazgo con Meghan Markle y desplazo el viaje de su padre a Omán de la agenda mediática. Tampoco hay ninguna confirmación de que Harry aproveche este viaje para reunirse con su padre y mucho menos con su hermano, el príncipe Guillermo, y el tema de si estará en la Coronación sigue en el aire. 

Escuchas telefónicas y otras violaciones de la privacidad

En esta demanda, además del príncipe Harry, hay seis personas más involucradas: el cantante Elton John (que en su día fue amigo de Diana de Gales y hoy lo es de Harry y Meghan) y su marido, el cineasta David Furnish; las actrices Elizabeth Hurley y Sadie Frost; el ex miembro del Parlamento Británico Simon Hughs; y la activista Doreen Lawrence, madre de un adolescente británico que fue asesinado en un ataque racista.  Todos demandan conjuntamente a ANL porque –según la declaración que emitieron al comenzar el proceso- "habían sido víctimas de actividades delictivas abominables y violaciones graves de la privacidad". ¿A qué se refieren? Los demandantes aseguran que la citada empresa editorial utilizó métodos ilegales para conseguir información sobre ellos. Entre las prácticas estaría, según sus abogados, el contratar investigadores y detectives privados para plantar micrófonos en casas y vehículos, pagar a policías a cambio de información, suplantar identidad para conseguir información médica mediante engaños o el acceder a cuentas bancarias a través de métodos ilegales.

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La empresa editorial, que publica Daily Mail, Mail on Sunday y Mail Online y está tratando que se desestime el caso, asegura que son "difamaciones absurdas en un intento planificado de arrastrar a sus cabeceras al escándalo de la piratería telefónica". Se refieren al escándalo que salpicó durante la pasada década al desaparecido News of the World y otros medios propiedad de Rupert Murdoch, la editorial News Group Newspapers, cuando se destapó el comercio organizado de información personal obtenida a través de métodos ilegales. Esto afectaba a casi 4.000 celebridades entre las que estaban los miembros de la Familia Real británica, el príncipe Guillermo fue uno de los que ayudó a destaparlo, pero también había personas anónimas como, entre otros, familiares de británicos fallecidos en alguna circunstancia que fuera noticiable.

Los antecedentes: 'Harry era la nueva Diana'

El príncipe, que también tiene un juicio pendiente contra Daily Mirror, también demandó al grupo de Murdoch y en ese caso hay un detective que reconoció un comportamiento ilegal. Gavin Burrows confesó en la BBC (para el podcast Harry, Meghan y los medios), que desde el año 2000 hasta el 2006 usó métodos poco éticos o ilegales para recopilar información sobre Harry y su entorno, incluida Chelsy Davy, la que fuera su primera novia y de la que se consiguieron expedientes médicos y académicos. "Harry era la nueva Diana, los editores me explicaron que vendía mucho más que Guillermo", dijo el detective arrepentido.

El detective explicó cómo analizaba la basura, los registros telefónicos o la información financiera para saber cómo se gastaba el dinero, así sabía, entre otras cosas, cuando se compraba un billete de avión para ver a su novia. Además, hasta en tres ocasiones, según Harry, se llegó a hackear su teléfono privado. El detective –que literalmente le pidió perdón por "robar su infancia"- cuenta que de este modo obtuvo la información de que Harry consumía drogas. "Los periódicos ya se han disculpado por acceder ilegalmente a mensajes de voz, porque iban a admitir ahora esta criminalidad a gran escala", dijo Burrows para la BBC. En este caso el desafío es parecido: cómo probar que los investigadores privados lo hacían por encargo de las empresas editoriales.

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Los argumentos de Harry: una cruzada con el pasado

Durante años el prínciope Harry estuvo callado, a nivel público y legal, pero desde el 2020 está fuera de la Casa Real británica y no obedece ni guarda silencio. Esto explica las demandas que ha ido interponiendo y también mucho del contenido de sus memorias y del documental de Netflix, donde sin duda el villano principal fueron los medios de comunicación, que ocuparon muchos minutos de ese documental a diferencia de lo que ocurrió con la Familia Real británica. Allí habló de las informaciones interesadas que se filtraban desde dentro y también de cómo rompió con el Royal Rota, el sistema de acreditación exclusiva que tienen determinados medios para cubrir los eventos de la monarquía británica. Todo está relacionado, ya que dentro del Royal Rota están (entre otros) los medios que Harry está denunciando.

En sus memorias, entrevistas y en el documental de Netflix, Harry se ha visto obligado a pasar de puntillas por el tema de los métodos ilegales que presuntamente se usaron contra él por estar el caso en los tribunales, pero seguro que algún día hablará de ello. Hasta ahora sí que ha contado cómo le afectó con 17 años el que se hiciera público el tema de las drogas, el de su virginidad o cómo sus novias escapaban al comprobar que nada quedaba en secreto. Entre esto, y las circunstancias en las que murió su madre, Diana de Gales, siendo el personaje más mediático del país y en medio de una persecución con un grupo de paparazis, podemos hacernos una idea de cómo se han ido conformando las decisiones y actitudes que está teniendo Harry ahora. Lo suyo es una cruzada con el pasado y con determinados medios de comunicación de su país, pero no es una cruzada en general con la prensa, ya que él sigue dando entrevistas y estando presente en los medios de comunicación, solo que ahora son ellos, Harry y Meghan, los que deciden dónde salir y qué contar.  

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La última victoria: la carta del padre de Meghan

Por último, conviene recordar que la última guerra de los Sussex fue en contra de este mismo grupo editorial -Associated Newspapers Limited (ANL)- y que ganaron. Fue a cuenta de la famosa carta que Meghan Markle escribió a su padre y terminó publicada en Daily Mail. Este caso sí lo narran los duques de Sussex en primera persona en su documental y cuentan que es un arma de doble filo, ya que según ellos a la editorial les resulta interesante una demanda, porque así tienen acceso a determinada información que no obtendrían de otra manera y que siguen publicando de forma paralela mientras dura el proceso judicial. Hay que esperar para comprobar cómo termina un proceso que se inició en el año 2018, tras la boda de los duques de Sussex, cuando la relación entre ellos, la Casa Real y los medios de comunicación británicos se fue degradando hasta el punto de su salida, ya que según Harry estas intromisiones fueron un factor fundamental para cambiar de vida. 

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