Este tema es uno de los más controvertidos y polémicos de los que han rodeado al rey Carlos III durante su largo periodo como príncipe de Gales, sin embargo, el príncipe Harry no ha dudado en mencionarlo, aunque sea de puntillas, en las memorias que han salido a la venta este martes 10 de enero. Ya solo el nombre por el que pasó la historia este caso –las cartas de la araña negra- es digno de una novela de Graham Greene, el escritor británico experto en explorar la confusión del hombre moderno sobre asuntos políticos o moralmente ambiguos. Veremos que este símil tiene sentido porque esas cartas escritas por el príncipe de Gales tienen ingredientes políticos y morales, tanto que desembocaron en una batalla legal de 10 años e hicieron que se cuestionara su idoneidad como heredero al trono.
Las "black spider memos" como se llamaron en inglés son un total de 27 cartas privadas que el príncipe Carlos escribió entre el 2004 y el 2005 a título privado al entonces primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, y a otros miembros de su gobierno laborista para expresar algunas de sus preocupaciones personales sobre la presencia británica en la guerra de Irak, la posición dominante de los supermercados en la cadena de producción alimentaria, la restricción de la Unión Europea de la medicina alternativa, la modificación genética, el calentamiento global, la planificación urbanística o la arquitectura.
De las cartas de la araña negra –que se apodaron así debido a la enrevesada caligrafía de Carlos III a modo de tela de araña- se conocían trozos parciales que se fueron filtrando a los medios de comunicación, hasta que un periodista de The Guardian apeló a la libertad de información y abrió un proceso legal largo y complejo para poder conocer el contenido íntegro de esa correspondencia que si bien era a título privado parecía indicar que el hijo de Isabel II había vulnerado el principio de neutralidad que rige la monarquía intentando ejercer una influencia indebida sobre los ministros del gobierno y otros altos cargos que se encontraban en la cúspide de la toma de decisiones nacionales, un campo vedado para la monarquía británica moderna.
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¿Qué tiene que ver esto con el príncipe Harry?
¡Bingo! La carta privada que Meghan Markle escribió a su padre, Thomas Markle, y que terminó publicada por el medio británico Daily Mail. En sus memorias, tituladas en España En la sombra y publicadas por el sello Plaza & Janés- Harry cuenta que cuando se publicó la carta de Meghan en febrero de 2019 acudió a pedir ayuda a su padre y a su hermano Guillermo. "Los dos habían demando a la prensa en el pasado por invasiones de la intimidad y calumnias. Mi padre por las llamadas cartas de la araña negra y mi hermano por unas fotos en topless de Kate", explica el príncipe Harry en su biografía antes de contar que no obtuvo el apoyo de ninguno de los dos, ya que que ambos le desaconsejaron emprender acciones legales. El resultado es el que ya conocemos, Harry y Meghan optaron por denunciar (igual que hizo el príncipe Carlos en un proceso distinto y mucho más costoso porque intervinieron hasta dos gobiernos distintos tratando de frenar una publicación que finalmente la justicia sí autorizó) y ganaron, un proceso legal cuyos detalles la pareja los ha dado en el documental que estrenaron con Netflix a finales del año pasado.
Todos los episodios disponibles aquí.
