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Es la Windsor más desconocida y, sobre todo, la única que no ha nacido en Reino Unido y que no ha estado en el país hasta su primer año de vida. La hija menor de los duques de Sussex celebra su cumpleaños en pleno Jubileo de Platino de Isabel II, solo dos días después de conocer a su abuelo, el príncipe Carlos, y a su bisabuela, la Reina, en un almuerzo privado en Buckingham en el que la Monarca reunió a sus hijos, nietos y bisnietos. Igual de familiar y privada se espera la celebración de su cumpleaños, a la que es muy improbable que acudan los duques de Cambridge ya que tienen programado un viaje a Cardiff.
Todo lo que sabemos de Lilibet Diana
Mientras que su hermano Archie, nació en Londres, tuvo una presentación oficial e incluso viajó con sus padres en una primera y última gira internacional por Sudáfrica, Lili, como la llaman cariñosamente, llegó al mundo cuando el príncipe Harry y Meghan Markle ya habían abandonado sus obligaciones reales para empezar una nueva vida en Estados Unidos. Allí nació la benjamina de la familia y la undécima bisnieta de la Reina de Inglaterra hace exactamente un año en el Santa Bárbara Cottage Hospital, de California. Sus padres anunciaron el nacimiento tres días más tarde desvelando al mismo tiempo su nombre, algo muy inusual en la realeza británica.
Aunque Harry y Meghan seguían su propio ritmo y calendario muy alejado de normas palaciegas, el nombre de la niña sí deja claro de dónde viene: Lilibet, por su bisabuela, y Diana, por su abuela, la recordada princesa de Gales. Teniendo en cuenta el gran celo por la intimidad de los duques de Sussex, por supuesto, no hubo ninguna presentación oficial. La primera imagen de la pequeña no llegó hasta que ya tenía casi siete meses. Sus padres felicitaron las pasadas navidades con una entrañable fotografía familiar en la que aparecía junto a Archie, muy mayor a sus tres años.
Esa sigue siendo, hasta el momento, la única imagen que ha trascendido de la hija menor de los duques de Sussex, a la que la familia Windsor al fin ha tenido la oportunidad de conocer en persona. Se sabe que después de su nacimiento, sus padres hicieron una vídeollamada con la Reina para presentarle a su hija, pero nunca hasta ahora había podido abrazarla. Tampoco su abuelo el príncipe Carlos, ni sus tíos, los duques de Cambridge. El príncipe Harry había viajado Reino Unido tres veces desde que vino al mundo su segunda hija. La primera viajo él solo para inaugurar con su hermano la estatua en homenaje a su madre Diana de Gales en los jardines de Kensington, tan solo unos meses después de asistir al funeral de su abuelo el duque de Edimburgo. La siguiente, fue con Meghan Markle en un viaje relámpago en el que se reunieron con Isabel II antes de celebrar los Juegos Invictus en La Haya.
El esperado viaje familiar, con sus dos hijos, no ha llegado hasta dos años después de su retirada de la vida pública. Por lo que además de conocer a Lili, los Windsor prácticamente han hecho lo mismo con su hermano Archie, que a sus tres años, ya es un niño completamente distinto al bebé que se fue de Reino Unido en 2020. Desde entonces también han sido contadas las ocasiones en las que hemos podido ver alguna imagen del niño, que a juzgar por la última felicitación navideña, se parece cada vez más a su padre.
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