La queja de Meghan Markle en la que implicaba a Beatriz y Eugenia de York

La duquesa de Sussex ha señalado en unos documentos judiciales que las hijas del príncipe Andrés son miembros de la Familia Real y que, a diferencia de ella, sí reciben ingresos

Por Lara Fernández

La guerra que mantiene Meghan Markle contra varios rotativos británicos como Mail Online y The Mail on Sunday, por publicar fragmentos de la carta privada que envió a su padre, Thomas Markle, antes de su boda, está dando mucho de sí. Esta semana hemos sabido que la duquesa de Sussex se sintió "desprotegida" por parte de la Casa Real británica mientras estaba embarazada del pequeño Archie. Ahora, otra información relacionada con la opinión que tenía la esposa de Harry sobre el clan Windsor ha salido a la luz gracias a los documentos que se están analizando estos días en los tribunales.

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En concreto, Meghan Markle habría criticado duramente a las primas de su marido, a Beatriz y Eugenia de York, así como al príncipe Michael de Kent, y les habría puesto como ejemplo de miembros de la Familia Real que pueden recibir un salario a cambio de un trabajo, lo que, en su opinión, a ella se le ha impedido. Y es que los periódicos que batallan con Meghan ante la Justicia mantienen que ella pertenece a la Familia Real y no realiza un trabajo remunerado, algo que ha rebatido la Duquesa a través de su equipo legal de abogados señalando directamente a las dos hijas del príncipe Andrés, al asegurar que hay royals británicos que trabajan y cobran.

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Lo cierto es que las hijas del duque de York y de Sarah Ferguson colaboran con organizaciones benéficas privadas y no tienen una función institucional que emane directamente del Palacio de Buckingham, algo que sí sucedió con Meghan Markle cuando contrajo matrimonio con el hijo pequeño de Carlos de Inglaterra el 19 de mayo de 2018. Hasta el pasado 31 de marzo, momento en el que se hizo efectivo el conocido como 'Megxit', la duquesa de Sussex era miembro senior de la Familia Real británica y, como tal, cumplía con los compromisos oficiales en representación de la reina Isabel II, recibiendo para ello una asignación pública anual. 

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Mientras siguen filtrándose informaciones sobre la esposa de Harry en los tribunales, la guerra judicial continúa. Por lo pronto, Meghan perdió el primero de los asaltos contra los dos periódicos británicos. La vista previa celebrada en el Alto Tribunal de Londres hace varias semanas no se saldó a su favor y el juez Mark Warby desestimó partes de la demanda en las que la duquesa de Sussex acusaba al grupo editorial Associated Newspaper -responsable de los dos tabloides- de haber actuado de manera "deshonesta", deteriorando así la relación con su progenitor.

Días antes, los Duques tomaron una decisión drástica que marcó un punto de inflexión  con respecto a la prensa sensacionalista: Harry y Meghan anunciaron que rompían lazos con cuatro importantes rotativos del país y dejaban claro que no iban a responder preguntas de los periodistas pertenecientes a alguno de esos cuatro periódicos de Reino Unido. La intención de la pareja era, en todo momento, evitar que la historia de Diana de Gales se repitiera, aunque para ello hayan causado un enorme impacto en la sociedad británica y, de paso, en el seno de la Familia Real.