Los estrictos requisitos que tienen que cumplir los vecinos de los duques de Sussex

Los habitantes de Windsor que residen cerca de la pareja han recibido un listado con las instrucciones que tienen que seguir a partir de ahora

Por hola.com

Cuando trascendió que los duques de Sussex iban a mudarse a Frogmore Cottage, situado próximo a Windsor, a buen seguro que muchos vecinos de la zona recibieron la noticia con la ilusión propia de quien va a residir cerca de un miembro de la Familia Real británica. Sin embargo, puede que en los últimos días alguno de ellos ya no piense del mismo modo después de haber recibido un listado con las estrictas reglas que han de cumplir a partir de ahora, una sucesión de requisitos que han de seguir escrupulosamente y de prohibiciones expresas que tienen que evitar a toda costa, algo que no ha sido bien recibido por todos los habitantes de esta zona del condado de Berkshire.

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Si se da el caso de que se encuentran con el príncipe Harry y Meghan Markle, los ciudadanos locales no pueden, de ningún modo, entablar conversación alguna con ellos ni solicitar que les muestren al pequeño Archie Harrison, el primer hijo de los duques que vino al mundo el pasado 6 de mayo. Tampoco deberían acariciar a los dos perros de la real pareja ni ofrecerse para cuidar a su hijo o a otros que puedan nacer en el futuro y ni siquiera pueden hacer llegar nada por correo al domicilio de Frogmore Cottage. Esta y otras directrices se adoptaron esta misma semana durante una reunión con los vecinos en la que uno de ellos expuso la situación y planteó esta posibilidad, tal y como informa el rotativo británico Daily Mail

Entre los cerca de 400 vecinos que residen próximos a los duques de Sussex se encuentran, principalmente, funcionarios y empleados de la Familia Real británica. Mientras a algunos de ellos estas medidas les han parecido del todo "exageradas", otros han querido dejar claro que en ningún momento han sido Harry y Meghan los que han pedido que se establezcan estas normas para los residentes en la zona. "Sería divertido si no fuera tan desmesurado. Es extraordinario. Nunca hemos oído nada igual. Todos los que viven en la finca trabajan para la Familia Real y saben comportarse respetuosamente. Con la Reina no se nos dice cómo comportarnos. Ella está muy contenta de que la gente pueda saludarla", ha comentado uno de los vecinos, visiblemente molesto con la resolución adoptada.

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Por su parte, un portavoz del Palacio de Buckingham ha explicado que los duques "no tienen conocimiento de esta información y para nada están involucrados en su contenido. Únicamente se trató de una sesión informativa en la que, entre otras cosas, se ayudó a una pequeña comunidad local a dar la bienvenida a dos nuevos residentes y ayudarles con los posibles encuentros que se produzcan. No se ha remitido carta alguna, sino que fue una charla bien recibida por los vecinos". Al parecer, dicha reunión se llevó a cabo el pasado mes de febrero, poco antes de la mudanza real a Frogmore Cottage, pero no fue hasta ahora cuando ha trascendido.

Hace pocas semanas se supo también cuánto costó la reforma de la casa de los duques de Sussex: 2,6 millones de euros. La obra, que fue sufragada con fondos públicos, consistió en una profunda remodelación que duró cerca de seis meses y que tenía el objetivo principal de acondicionar la residencia para la llegada de Archie. Así, se convirtieron cinco espacios en una única vivienda, se sustituyó la madera de suelos y techos y se modernizó el sistema de calefacción y cableado eléctrico, entre otros cambios. Más recientemente y una vez concluida la reforma del interior, el príncipe Harry y Meghan Markle han decidido iniciar la remodelación de los jardines.