Adelaida de Inglaterra, la reina feminista

Por hola.com

Pese a ser conocida actualmente apenas por dar nombre a una de las ciudades australianas más pobladas, la reina Adelaida de Inglaterra (1792-1849) ha pasado a la historia, sobre todo, por su discreción y lealtad a su marido, el rey Guillermo IV (1765-1837), al que siempre apoyó de forma incondicional. Mujer de gran fortaleza tanto física como moral, la reina Adelaida está considerada hoy en día como una de las soberanas más progresistas de la Historia del Reino Unido, al haber abogado de forma prominente a favor de los derechos de los niños o en contra de la esclavitud y de la discriminación de las mujeres.

Adelaida de Sajonia-Meiningen – su nombre completo era Amalia Adelaida Luisa Teresa Carolina Guillermina - nació el 13 de agosto de 1792, siendo la hija del duque de Sajonia-Meiningen Jorge (1761-1803) y de su esposa Luisa Eleonora (1763-1837). Su ciudad natal, Sajonia-Meiningen, era de hecho un pequeño estado germano, considerado como el más liberal de los ducados sajones. Al nacer la futura Reina británica fue nombrada Princesa de Sajonia-Meiningen y Duquesa de Sajonia. No se sabe mucho acerca de la infancia de la Princesa – es sabido sí que quedó huérfana de padre a los once años de edad y que tenía verdadera pasión por su madre -, si bien su actuación futura delata que recibió una exquisita educación.

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La vida de la joven princesa teutona daría un vuelco de enormes proporciones cuando el 6 de noviembre de 1817, una gran tragedia golpeó a la Familia Real británica. Con apenas veintiún años de edad, la princesa Carlota (1796-1817), única hija del Príncipe de Gales Jorge (1762-1830), moría después dar a luz a un niño sin vida. En el momento de su fallecimiento, la Princesa ocupaba el segundo puesto en la línea de sucesión al trono, por lo que la Corona del Reino Unido quedaba vacante en la segunda generación. Una vez que del matrimonio del príncipe Jorge – futuro Jorge IV – y de su esposa, la princesa y futura reina Carolina (1768-1821) era improbable que naciera un nuevo retoño – los Príncipes se detestaban y no hacían siquiera vida en común -, comenzó en la Corte de Londres la búsqueda de candidatas a casar con los hijos solteros del cada vez más frágil rey Jorge III (1738-1820).

Uno de ellos era Guillermo (1765-1830), Duque de Clarence. William no se había casado, pero había vivido durante veinte años con la actriz Dorothea Jordan (1761-1816), conocida en toda Inglaterra como “la mujer con las piernas más bonitas jamás vistas en un escenario”. El hijo del Rey y la cómica, quien antes de conocer al Príncipe había tenido un turbulento historial de amantes con empresarios teatrales y militares de alta graduación, habían tenido diez hijos, todos ellos ilegítimos y que llevaban el apellido de FitzClarence. Guillermo y Dorothea se habían separado en 1811, recibiendo la actriz una generosa asignación anual y la custodia de sus hijas, mientras que Guillermo se había reservado el derecho a educar a sus hijos varones. Si bien Dorothea se había comprometido a no volver a actuar, pronto volvió a subirse a los escenarios, lo que ocasionaría un gran escándalo en la Corte. Al final la actriz, que perdió todos los derechos sobre sus hijos y la pensión que recibía de su examante, terminaría mudándose a Francia, donde moriría en la indigencia en 1816.

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Poco después de la muerte de la princesa Carlota, los asesores del Rey consideraron propicio que el príncipe Guillermo casara y diera un heredero legítimo cuanto antes, de modo que la cuestión sucesoria quedara resuelta con premura. La candidata elegida no sería otra que la princesa Adelaida, quien en aquel momento contaba con 25 años de edad, frente a los 52 del Príncipe británico.

Adelaida y su madre, sin conocer en persona al Príncipe, viajaron a Inglaterra expresamente para la boda. El matrimonio se llevaría a cabo el 14 de julio de 1818 en el Palacio de Kew. Fue una boda doble, una vez que el hermano de Guillermo, el príncipe Eduardo (1767-1820), duque de Kent, y Victoria de Sajonia-Coburgo-Saalfeld (1786-1861), también se dieron el sí quiero durante la misma ceremonia.

A pesar de la gran diferencia de edad, Guillermo y Adelaida formaron un matrimonio feliz. Adelaida sería una buena influencia sobre Guillermo, hombre dado a los excesos, especialmente en lo que a la bebida se trataba. Asimismo, la Princesa haría las veces de madrastra de los seis hijos de su marido con Dorothea Jordan, quienes llegarían a considerarla una suerte de segunda madre.

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ADELAIDA, DESOLADA POR NO SER MADRE
El gran drama personal de Adelaida sería precisamente su incapacidad para ser madre, lo que sería visto igualmente como un enorme hándicap en la Corte. Su primera hija nació prematuramente el 27 de marzo de 1819, muriendo pocas horas después. Ese mismo año, el 5 de septiembre, Adelaida tendría un aborto involuntario. El 19 de diciembre de 1820, Adelaida daría a luz nuevamente a una niña, también prematura que moriría apenas tres meses después. En 1822 la Princesa daría luz a gemelos sin vida. La esperanza de la sucesión vendría no de Guillermo y Adelaida, sino de Eduardo y Victoria quienes en 1819 serían padres de una niña, la futura reina Victoria (1818-1901). La frustración de Adelaida le acompañaría toda la vida, como demuestran sus amargas cartas, en las que se muestra desolada por no ser madre.

Guillermo accedería al trono cuando su hermano el rey Jorge IV murió el 26 de junio de 1830. Guillermo y Adelaida serían coronados el 8 de septiembre de 1831. Durante el reinado de Guillermo, Adelaida fue admirada y respetada por el pueblo británico, que la consideraba mucho más prudente y preparada que su marido, con fama de tener pocas luces. Además, la Reina fue conocida por sus incontables obras de caridad, no dudando en donar grandes sumas de dinero a la construcción de colegios y hospitales para niños sin recursos, uno de sus grandes caballos de batalla. Pese a ser una mujer religiosa y de ideología política claramente conservadora, la reina Adelaida apostó por causas progresistas, como el fin de la esclavitud o, sobre todo, por la mayor presencia de las mujeres en la vida pública británica, llegando a estar considerada hoy en día como una precursora de los movimientos feministas británicos.

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El rey Guillermo cayó gravemente enfermo en junio de 1837. La Reina se desvivió por él, llegando a pasar diez noches sin dormir, al lado del lecho de su amado. Finalmente, el Monarca moría el 20 de junio en el castillo de Windsor. Mientras su sobrina Victoria accedía al trono, Adelaida se convertía en Reina viuda. La reina Adelaida sobreviviría a su marido doce años, durante los cuales llevaría una vida discreta en su residencia de Malborough House, primero, y, después, en Witley Court. Sin apenas presencia pública, sus únicas apariciones tenían como objetivo apoyar a su sobrina en sus funciones, una vez que consideraba a Victoria como la hija que nunca pudo engendrar. La reina Adelaida murió el 2 de diciembre de 1849 a la edad de 57 años. Poco antes de fallecer había dejado escrito su deseo de ser enterrada de forma humilde, sin el más mínimo atisbo de pompa u oficialidad. Sus restos mortales descansan al lado de los de su marido en la Cripta Real de la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.