La feliz infancia de la Duquesa de Cambridge

Por hola.com

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No hay mejor maestro que la propia experiencia. También los Duques de Cambridge aprenderán su papel de padres volviendo muchas veces la mirada a atrás, a sus propias vivencias de niños. La infancia de la duquesa Catherine discurrió feliz, como la del príncipe Guillermo al lado de la princesa Diana, pero en cambio la de la Duquesa fue normal y despreocupada, sin la carga de un destino excepcional. Por eso ella se preocupará de que sus hijos, que crecerán en palacio siguiendo los dictados protocolarios y bajo la atenta mirada de los medios de comunicación como el príncipe Guillermo en su día, comprendan el privilegio de su posición sin que les falte normalidad a su extraordinaria vida, al igual que hiciera Diana de Gales. Y basándose en su propia niñez.

Primeros años en Jordania
Catherine Elizabeth Middleton, hija de Michael y Carole Middleton y la mayor de tres hermanos, Pippa y James Williams, nació en el Royal Berkshire Hospital, en Reading, el 9 de enero de 1982. Era un precioso bebé gordito de pelo muy moreno que llenó de felicidad a sus jóvenes padres, Michael y Carole, que se enamoraron cuando ella era azafata de la misma compañía aérea en la que él pilotaba. Fue bautizada el 20 de junio de 1982 en la iglesia parroquial de St. Andrews de Bradfield en Berkshire. En mayo de 1984, a la edad de dos años, Catherine se trasladó con su familia a Jordania, donde su padre trabajó durante dos años y medio, y asistió a una escuela de párvulos en Amán desde los tres años.

Los Middleton regresaron en septiembre de 1986 a su casa en West Berkshire y Catherine comenzó su educación en una escuela pública llamada Bradfield Church of England Primary School, situada muy cerca de su casa y a la que asistían la mayoría de los niños que vivían en esa zona residencial, y después, cuando se consolidó el negocio familiar Party Pieces, en la Escuela de St. Andrews, en Pangbourne, donde permaneció hasta julio de 1995. Kate destacó por ser una niña muy aplicada y estudiosa y por ser una gran deportista: recibió numerosas condecoraciones por su brillante expediente académico y formó parte del equipo femenino de hockey y natación del colegio.

Una joven bellísima enamora al príncipe Guillermo
Kate continuó sus estudios en Marlborough College, en Wiltshire, donde cursó Química, Biología y Arte, y participó en actividades deportivas como tenis, hockey baloncesto femenino y atletismo, concretamente salto de altura. Kate comenzó a disfrutar de una nueva etapa de su vida. “Se convirtió en una joven bellísima, encantadora, de esbelta figura y muy femenina. Renovó su armario y aunque casi siempre llevaba vaqueros y jerseys desprendía un gran estilo”, señala su antigua compañera Gemma Williamson. Dejó este centro en julio de 2000 y se tomó un año sabático en el que estudió en el Instituto Británico de Florencia, llevó a cabo un programa de Raleigh Internacional en Chile, y formó parte de la tripulación de los barcos del Desafío alrededor del Mundo.

En 2002, se matriculó en la Universidad de St. Andrews y en 2005 se graduó en Historia del Arte. Durante los años de universidad, Kate conoció al príncipe Guillermo. Los jóvenes tenían una amiga en común, así que pronto comenzaron a relacionarse en los mismos círculos sociales. Aunque tuvieron que pasar más de seis meses para que el príncipe Guillermo confesara a uno de sus mejores amigos, Fergus Boyd, que se sentía atraído por Kate. Era septiembre de 2002 y, por entonces, los futuros Duques de Cambridge ya quedaban para estudiar juntos. La complicidad entre ellos fue creciendo y fue en la primavera de 2004 cuando se hizo público su noviazgo. Después de completar sus estudios, trabajó para Party Pieces, la empresa familiar, donde se encargaba del diseño del catálogo, la comercialización de la producción y la fotografía, y en la firma Jigsaw. Y el 29 de abril de 2011 todos asistimos a la inolvidable Boda Real de la pareja, que corona ahora, casi dos años después, su felicidad en común con la buena nueva de la llegada de los hijos.