Álbum de los Duques de Cambridge en su viaje al centro del paraíso

El príncipe Guillermo y la duquesa Catherine concluyen su gira asiática después de nueve días de exotismo y color

Por hola.com

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Mientras sus abogados trataban de detener con urgencia en los tribunales franceses la publicación de las fotos íntimas de los Duques de Cambridge, la pareja real olvidaba el disgusto en los lugares más idílicos del mundo como parte de su gira asiática en representación de la reina Isabel, que conmemora este año su Jubileo de Diamante. Ajenos al revuelo armado a miles de kilómetros de allí, el príncipe Guillermo y la duquesa Catherine continuaban animados y con una sonrisa siempre dispuesta su viaje al centro del paraíso.

 

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Los Duques se han acercado a la cultura de cada pueblo a lo largo de estos nueve días de viaje oficial y se han saltado el protocolo en deferencia a las tradiciones, costumbres y creencias locales protagonizando las estampas más coloridas, exóticas y divertidas durante improvisados bailes tradicionales, travesías en canoa... Los locales les dispensaron siempre el mejor trato y les obsequiaron con todos los honores. Así, les recibieron con una majestuosa ceremonia de bienvenida en Tuvalu, otro pequeño grupo de islas, en las que la reina Isabel es Jefe de Estado. La pareja real fue conducida desde el aeropuerto, tras aterrizar en Funafuti, en sendos tronos portátiles llevados por jóvenes hombres con guirnaldas en el cuello.

Parecía que los Duques no tenían ni una sola preocupación en el mundo. Y las que tenían desde luego las dejaron fuera de la pista de baile de la isla del Sur del Pacífico cuando se arrancaron a bailar la tradicional danza de bienvenida, llamada Fatele. La pareja, con típicas faldas de paja, siguió la coreografía y sacudió las caderas al ritmo como dos bailarines locales más. Tanto que se hicieron con el show. Otro momento mágico del viaje tuvo lugar en la remota isla de Tavanipupu, donde los Duques de Cambridge emprendieron una travesía en canoa. Si la duquesa Catherine, preciosa con un vestido azul marino sin mangas de Mulberry de la colección Resort 2012, esperaba olvidarse del escándalo por la publicación de sus fotos en top-less, tuvo que esforzarse particularmente porque tuvo recordatorios en todas partes. Y es que fueron recibidos por una mujer con el torso desnudo.