No llegaba a la institución cultural a pie, ni en transporte público -como ocurría recientemente con su marido-, ni siquiera en coche. En lugar de eso, Máxima de Holanda prefería mostrarse de lo más ecológica y pedalear hasta el museo, recurriendo para ello a su bicicleta, un medio de transporte muy popular entre los ciudadanos de su país. A sus 49 años, la argentina demostraba además que está muy en forma