Máxima de Países Bajos se ha bajado de los tacones en su última cita y se ha enfundado en un traje que nada tiene que ver con los outfits que acostumbra a lucir en sus compromisos habituales. La monarca ha sacado su lado más todoterreno para asistir a un entrenamiento de la Operación Fire Bucket que ha tenido lugar en la base aérea militar de Gilze-Rijen, ubicada al sur de la nación y utilizada generalmente como punto principal para los helicópteros de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos.
La argentina, que el próximo mes de mayo soplará las velas de su 52 cumpleaños, ha protagonizado este jueves unas sorprendentes imágenes en las que aparece vestida con un mono cargo verde con el emblema de las Fuerzas Aéreas bordado y botas acordonadas marrones, a conjunto con el resto de los miembros del ejército. Una elección adecuada, al más puro estilo Top Gun, para afrontar una misión de altura