Guillermo y Máxima de Holanda ya se encuentran en Noruega con motivo de su visita de Estado al país nórdico, donde han recibido una calurosa bienvenida por parte del rey Harald y la reina Sonia. Un viaje que se prolongará hasta el jueves y que desde el primer momento reflejaba el feeling que hay entre los invitados y sus anfitriones, quienes nada más verse han intercambiado risas, complicidad y afectuosos saludos más allá del protocolo que marcan estos encuentros. En la recepción, a la que no acudía el príncipe heredero Haakon pero sí lo hacía su esposa Mette-Marit, también hemos visto a la princesa Marta Luisa, quien no suele prodigarse demasiado en este tipo de actos. Antes, los soberanos de Países Bajos aterrizaban en el aeropuerto de Oslo Gardermoen y, según ponían pie en tierra, tenían que abrir el paraguas para protegerse de las gotas en este día lluvioso. Caminaban sobre una alfombra roja colocada para la ocasión y allí les estaban esperando miembros de las autoridades civiles y militares.
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De ahí se trasladaban al Palacio Real en Slottsplassen, donde tras una breve ceremonia inaugural y acercarse a los numerosos ciudadanos presentes en la plaza, los cuatro monarcas hacían su primer posado oficial ante las cámaras. Máxima de Holanda ha vuelto ha demostrar la elegancia que le caracteriza, esta vez apostando por el cabello recogido, un precioso vestido de seda color verde esmeralda, tacones de aguja beige y guantes. Su marido lucía por su parte un impecable traje negro, camisa blanca y corbata amarilla. Harald de Noruega, que vestía con uniforme, ha aparecido apoyado sobre una muleta que le ayudaba en el caminar, después de que el pasado enero fuera operado de un tendón de la rodilla derecha en el que padecía una lesión. La Casa Real holandesa afirma en un comunicado que esta visita refuerza "las excelentes relaciones existentes entre Noruega y los Países Bajos", dos países que "comparten los mismos valores y trabajan juntos para resolver los principales desafíos internacionales" que tienen por delante.
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De esta forma, algunos de los temas que abordarán son la "cooperación bilateral e internacional, la transición energética y la sostenibilidad", subrayan. Entre los actos solemnes de esta mañana, se incluía una conmemoración a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial, en la que Guillermo de Holanda era el encargado de colocar una ofrenda floral en el Monumento Nacional de Oslo, rodeado por la Guardia Real noruega. Los reyes de Países Bajos también han visitado el Parlamento del país nórdico, donde firmaban muy sonrientes en su libro de visitas. La siguiente parada ha sido el Museo Fram, situado en la isla de Bygdo en Oslo, que tiene como principal atracción el navío polar construido en 1892. La imponente embarcación sirve como homenaje para la exploración noruega en este campo y en particular a sus tres grandes expedicionarios: Fridtjof Nansen, Otto Sverdrup y Roald Amundsen.
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Guillermo y Máxima de Holanda han recorrido las instalaciones junto al rey Harald y la reina Sonia, y a continuación se han reunido con un grupo de jóvenes investigadores que realizan sus trabajos en el Ártico. En este sentido, la Casa Real holandesa recuerda que "la masa de hielo se está derritiendo debido al cambio climático. Para nosotros, un casquete que se desaparece significa un aumento del nivel del mar, mientras que en Noruega afecta a la calidad de vida y el desarrollo económico de dicha región", subrayan. Se trata del segundo viaje de Estado que Máxima y su esposo hacen en este 2021 tras el que realizaron el pasado mes de julio a Alemania, si bien han mantenido ocupa su agenda internacional al desplazarse la semana pasada hasta Dubai en los Emiratos Árabes Unidos por la Expo 2020. Por su parte, Noruega acoge con este encuentro su primera recepción oficial a altos representantes de otros países desde que estallara la pandemia del covid.
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