Fue el pasado martes cuando la Reina Máxima sorprendía a muchos al lucir en su visita a Reino Unido una de las piezas más especiales de la monarquía holandesa. La mujer de Guillermo de Holanda elegía la impresionante tiara de Estuardo para acompañar su estilismo en la cena de estado celebrada en el Palacio de Buckingham. El diamante, de un espectacular color azul grisáceo, no se veía en público desde 1972, cuando la reina Guillermina lo luciera precisamente también en un viaje de Estado al Reino Unido. De hecho, la ahora princesa Beatriz, su suegra, no lo llevó nunca durante su reinado, un hecho que hacía que su aparición todavía fuera más excepcional.
Por ello, Máxima de Holanda ha querido explicar el motivo por el que quiso lucir esta legendaria diadema en una entrevista con el periodista especializado en realeza Rick Evers. "Es algo muy importante para las relaciones entre los Países Bajos y el Reino Unido, por lo que pensamos que este era el momento adecuado para usar la diadema y el diamante de Estuardo. Y esperamos usarlo más a menudo en el futuro. Lo hicimos ayer con mucho orgullo, con un trasfondo histórico para nuestros países", confesaba.
La espectacular tiara Estuardo, coronada con el diamante de casi 40 kilates, está considerado como la joya de más valor en la colección real holandesa y su origen se remonta a 1690, siendo un regalo del rey Guillermo III a su esposa, María Estuardo. A pesar del impresionante tamaño de la pieza, cuando se le preguntó si el enorme diamante le causaba dolor de cabeza, Máxima rió rápidamente: "No, no", aclaraba.
El diamante se colocó por primera vez en la tiara en 1897, para la reina Guillermina, la bisabuela del rey Guillermo Alejandro. Se dice que a su hija, la reina Juliana, también le encantó la pieza y la usó en varias ocasiones, incluso durante un banquete estatal en el Palacio de Windsor con la Reina y el Príncipe Felipe en 1972, por lo que no sería la primera vez que Isabel II disfruta de esta pieza en directo.
La reina Máxima utilizó la diadema, sin el diamante, el pasado mes de mayo, durante su visita oficial a Luxemburgo, pero este as se lo guardaba bajo la manga para un palacio, en el corazón de Londres, en el que las damas suelen sacar su “artillería pesada”.
