Después del paréntesis del año pasado debido a la pandemia, el Teatro Campoamor de Oviedo ha vuelto a engalanarse para celebrar una nueva edición de los Premios Princesa de Asturias. Todas las miradas estaban puestas en Leonor, quien no ha querido perderse su cita con los galardones que llevan su nombre y ha viajado desde Gales, donde se encuentra cursando Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College. La gala nos ha dejado muchos detalles, como el orgullo que el rey Felipe ha mostrado por su primogénita, a la que ha dedicado gestos muy cariñosos y un gran aplauso tras pronunciar su discurso; la complicidad de doña Letizia con la infanta Sofía; la emoción del chef José Andrés bailando y cantando el himno de Asturias; el afectuoso saludo de la Reina a su madre, Paloma Rocasolano... Sin embargo, la anécdota de la jornada se ha producido precisamente al final del acto, cuando la Familia Real ha abandonado el teatro. 

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Aunque daban pronóstico de cielos nublados con posibilidad de precipitaciones, un ligero 'orbayu' esperaba a los Reyes, sus hijas y la reina Sofía para desfilar por última vez sobre la alfombra azul del Teatro Campoamor. Doña Letizia se apresuró a coger uno de los paraguas y fue la encargada de tapar al Rey, quien no dejó de saludar (tan cariñoso como siempre) a la multitud que les esperaba fuera saludarles. 

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Llamó la atención que no fuera don Felipe el encargado de sujetar el paraguas, ya que era bastante grande y, además, él es más alto que la Reina, sin embargo, fue ella la que quiso encargarse de esta tarea. No es la primera vez que doña Letizia lo hace, de hecho, tal y como reflejan las imágenes, puede presumir de tener unos brazos muy fuertes y tonificados.

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Tras ellos salieron sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y justo detrás la reina Sofía, todas con sus respectivos paraguas. En ese momento, el Rey se dio cuenta de que prácticamente no estaba lloviendo, así que decidió seguir caminando por su cuenta mientras doña Letizia continuó cobijándose bajo el paraguas.

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Siguiendo el ejemplo de su padre, Leonor y Sofía también saludaron cariñosamente a todos los asturianos que se acercaron hasta las inmediaciones del Teatro Campoamor para acompañarles en esta fecha tan señalada. Lo mismo que doña Sofía, quien ocupó su lugar en el palco de los Premios Princesa de Asturias y se emocionó con el regreso de Leonor, que lleva dos meses viviendo en el sur de Gales. 

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Tal y como puede verse en las imágenes, al Rey no le importó no taparse con un paraguas ya que apenas llovía. Eso sí, estuvo muy pendiente de que su mujer y sus hijas no se mojaran los vestidos y peinados que eligieron para acudir a los premios. 

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El que no estaba nada preocupado por la lluvia, es más parece que estaba encantado, es el chef asturiano José Andrés, que protagonizó esta simpática imagen a la salida del teatro. El Premio Princesa de Asturias de la Concordia se mostró feliz no solo de recibir este galardón, sino de poder estar en su querida tierrina. De hecho, comenzó su discurso bromeando con que todo esto: "Sería más fácil con un culín de sidra". El prestigioso chef, que nació en el condejo de Mieres hace 52 años vivió, sin duda, una noche que jamás olvidará.

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