Las impresionantes e históricas joyas de doña Letizia en la cena de gala en honor al presidente italiano

La Reina ha llevado algunas de las piezas más importantes de la colección

Por Marina Ortiz Cortés

La cena de gala que ha tenido lugar este martes en el Palacio Real ha sido la primera vez desde 2019 que veíamos a doña Letizia con tiara. La pandemia pospuso, canceló y paralizó los eventos de este tipo, que hace unos meses se reanudaron con timidez, denominándose cena de Estado para la visita del presidente de Corea del Sur y manteniéndose mucho más sobrio. Ahora la Reina ha vuelto a abrir el joyero real para deleitar a los presentes con algunas de las piezas más importantes e históricas de la colección que pertenece a los Borbones. La primera y la más llamativa de las joyas que ha lucido ha sido, sin duda, la tiara rusa, una espectacular diadema realizada en platino, perlas y diamantes formando lágrimas invertidas, que debe su nombre a su inspiración, ya que su diseño recuerda a los tradicionales tocados rusos llamados kokoshnik.

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La tiara rusa perteneció a la reina María Cristina, segunda esposa del rey Alfonso II, que fue archiduquesa de Austria y la usó por primera vez hace más un siglo, en 1906. Su hijo, Alfonso XIII heredó la pieza y se la regaló a don Juan de Borbón con motivo de su boda con doña María de las Mercedes, quienes se convertirían después en condes de Barcelona. Doña Sofía la heredó, y doña Letizia se la puso por primera y última vez el 28 de noviembre de 2018, con motivo de una cena de gala en honor del presidente de China y su mujer. Era la última de las joyas de la reina Ena que le quedaba por lucir a la Reina.

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A parte de la diadema, doña Letizia ha lucido también otros tesoros del joyero real. Hablamos del collar de chatones, legado por la reina Victoria Eugenia como parte de las conocidas como "joyas de pasar", la primera vez que se creaba una colección que estaba pensada para ser heredada por cada una de las reinas de España. Se trata de una pieza realizada por Ansorena y formada a partir de una gargantilla de 30 chatones tallados en forma redonda, engastados "a la rusa" y montados en platino. A la reina Sofía le vimos un collar mucho más largo, por lo que podría ser que doña Letizia la hubiera convertido para tener una pulsera a juego, como la que también lleva en esta ocasión.

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No contenta con eso, sobre la banda de color verde, doña Letizia se ha puesto un broche XXL con un pendentif de la conocida como la falsa perla Peregrina - Peregrina II-, cuyo peso es de 218,75 gramos. Una pieza que se puso por primera vez en enero de 2019 para celebrar la Pascua Militar. La original formaba parte de las joyas de la Corona española durante el reinado del rey Felipe II, y desapareció del joyeron tras la invasión napoleónica, como tantas otras. Finalmente acabó siendo vendida en una subasta, y Richard Burton se la regaló a Liz Taylor en 1969. En 2011 volvió a ser subastada y se llegaron a pujar 11,8 millones de dólares, aunque el comprador se desconoce.

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Estas joyas históricas las ha combinado con su inseparable anillo dorado de Karen Hallam, un regalo de sus hijas que es muy habitual verle porque le tiene un gran cariño. Además de unos discretos pendientes de diamantes que cedían todo el protagonismo al resto de las piezas del estilismo. 

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