Este 19 de julio se cumplen 210 años desde que España venció a Francia en la batalla de Bailén. Una gesta que supuso la primera derrota en campo abierto de la historia del ejército napoleónico y que cada año se celebra en la localidad jienense. En este aniversario de números redondos, don Felipe y doña Letizia no han querido perderse los actos de conmemoración de uno de los capítulos más gloriosos de la historia de nuestro país y clave en la Guerra de la Independencia.
Como cada año por esta fecha Bailén amanece de fiesta con actos programados desde las siete de la mañana. Sin embargo, en esta ocasión todavía es más especial ya que, tal y como recogen los diarios locales, la Casa Real ha aceptado una invitación que cada año le venía haciendo el Ayuntamiento de la ciudad. Ha sido precisamente al consistorio al lugar al que han llegado don Felipe y doña Letizia cuando el reloj de la Plaza de la Constitución, repleta y con banderas colgadas en la mayoría de ventanas, balcones y escaparates gracias al bando municipal que invitaba a los vecinos a sumarse al recibimiento, marcaba las 10:45.
Los Reyes eran recibidos, entre otros por la Presidenta de Andalucía, Susana Díaz, y por el alcalde de la ciudad, Luis M. Camacho, en un ambiente festivo y marcado por un lleno total, ya que los vecinos con aplausos han querido brindar al jefe del Estado y a su mujer la más cálida de las bienvenidas. Nada más llegar el alcalde ha entregado a don Felipe el bastón de mando, un gesto de cortesía y un complemento protocolario que denota autoridad en la persona que lo porta. Tras esto, y entre unos vítores que hacían imposible escuchar las palabras del alcalde, han descubierto una placa conmemorativa de su visita y la corporación municipal les ha otorgado las llaves de oro de la ciudad.
Desde allí, después de saludar desde el balcón del Ayuntamiento, don Felipe y doña Letizia se han desplazado a pie dando un paseo por las calles de la ciudad hasta la iglesia de la Encarnación, momento en el que se han parado a saludar a numerosos bailenenses, entre ellos a una pequeña a la que doña Letizia se ha detenido a hacerle un mimo y que se ha convertido en una de las protagonistas del día al captar la atención de algunos fotógrafos.
Localizada en el interior del viejo Castillo de Bailén, esta iglesia se inauguró en 1504 y es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad en el que confluyen románico, gótico, renacimiento y barroco. Los Reyes llegaron hasta aquí para hacer una ofrenda floral ante el panteón del general Castaños, el militar que estuvo al frente del ejército que derrotó a Napoleón, y para disfrutar de un concierto que entre los muros de la iglesia ha resultado de lo más emocionante.
Desde este templo y ya con el termómetro pasando holgadamente los 30º, los Reyes han continuado su visita, esta vez desplazándose en coche, hasta el Museo de la Batalla, una de las visitas ineludibles en la ciudad, ubicado en un llamativo edificio moderno que presenta una forma alegórica de cañón, en alusión al arma protagonista de la batalla de Bailén.
Don Felipe y doña Letizia, que han sido recibidos en el museo por una representación de los grupos que recrean la batalla, que han lanzado salvas en su honor. Los Reyes han descubierto en el museo más del sobre el patrimonio de la ciudad y la historia local, marcada por los acontecimientos que sucedieron el 19 de julio de 1808 y supusieron una inyección de optimismo para los combatientes a nivel nacional.
A pesar de las altas temperaturas y de que a estas alturas de verano son muchos los que ya se han ido a la costa, el recibimiento en Bailén ha sido multitudinario. El municipio, que según su último censo tiene poco más de 18.000 habitantes, se ha volcado en esta jornada histórica y ha llenado cada rincón del recorrido que han hecho los Reyes durante las dos horas y media en las que han visitado la ciudad. El éxito ha sido tal que algunos vecinos bromeaban, vía redes sociales, con la posibilidad de que el próximo año vinieran los Rolling Stones a celebrar el día grande de Bailén.
