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Federico y Mary de Dinamarca no ocultan la inquietud y preocupación que viven en las últimas semanas debido a la agria polémica que rodea actualmente al internado donde estudia su primogénito, el príncipe Christian. "Como padres, nos enfrentamos a algunas consideraciones difíciles sobre la escolarización de nuestros hijos mayores", comienza diciendo la pareja en su último comunicado emitido este viernes. Saben que es un tema de gran calado que está provocando un encendido debate en el país, después de las acusaciones de 'bullying' y agresiones violentas que pesan sobre el centro educativo y que este ha negado. "Nos impresiona", reconocen con sinceridad el heredero al trono y su esposa sobre este desagradable asunto, asegurando que "como familia estamos agobiados por los desafortunados acontecimientos en Herlufsholm". Unas contundentes palabras en referencia a los duros testimonios que se han vertido sobre la citada escuela por parte de algunos de sus antiguos alumnos, que se escucharon en un documental emitido por televisión el pasado 5 de mayo.
El escándalo que sacude al internado de Christian de Dinamarca
El matrimonio confía en que cuanto antes se produzcan "los cambios que, obviamente, son necesarios" para despejar cualquier duda sobre este internado ubicado en la ciudad de Naestved, a 120 kilómetros de su residencia. "La intimidación y el abuso nunca son aceptables", reiteran en un texto donde dejan clara su postura de atajar de inmediato los "sucesos dolorosos y devastadores" que allí han tenido lugar para "garantizar un entorno seguro" a los alrededor de 600 alumnos procedentes de toda Europa y de otras partes del mundo que allí se encuentran. Al mismo tiempo, no ha pasado por alto el "reconocer la valentía y el coraje" de aquellos que han denunciado este escándalo a partir de sus propias y traumáticas experiencias. La disyuntiva que se presenta para Federico y Mary de Dinamarca es que, según expresan, "somos padres de un hijo que está muy feliz de ir a la escuela y de una hija que lleva mucho tiempo esperando ingresar en el mismo lugar", señalan sobre Christian, de 16 años y su hermana, la princesa Isabella, de 15, que se matriculará en el próximo curso.
Las polémicas vacaciones de Christian de Dinamarca en la nieve
"La cuestión es si ambas cosas pueden ir de la mano", lanzan la pregunta al aire. Es decir, que "si podemos dejar que ellos vayan a Herlufsholm y a la vez insistir en las transformaciones que beneficien a todos los estudiantes de la escuela", señalan. En este sentido, saben que "habrá dividisión de opiniones al respecto" aunque consideran que la clave está en "las iniciativas" que el centro haya puesto en marcha para evitar cualquier tipo de situación que manche su reputación de esta manera. A su vez, no dejan de lado "lo que los padres podemos exigir y aportar" al internado para que todo su alumnado, "sin importar quiénes sean", prosperen y puedan sentirse a gusto en un ambiente de valores y principios básicos de convivencia. Por último, la pareja afirma que "seguiremos hablando con nuestros hijos" para "darles confianza y escuchar sus deseos" ya que "su opinión también debe tenerse en cuenta", subrayan. "Queremos lo mejor para ellos y somos conscientes de nuestra posición como príncipes herederos", admiten con franqueza, por lo que "aquí y ahora no tenemos todas las respuestas antes de poder tomar la decisión correcta", concluyen al hablar de las dudas que aún les asaltan.
Mary de Dinamarca recuerda su reacción cuando su hijo mayor se fue al internado
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