El pasado verano, la Casa Real danesa anunció, a través de varias fotografías, que Nicolás de Dinamarca había comenzado su instrucción militar en la escuela Hæerens Sergentskole en Varde, ciudad situada en el suroeste de la península de Jutlandia. "La escuela educa a futuros líderes y mandos intermedios para el Ejército", explicaba la institución entonces junto a unas instantáneas en las que aparecía el joven junto a otros cadetes formando, por primera vez, antes de conocer esta Escuela de Suboficiales y los detalles del tipo de educación que iban a recibir durante los siguientes dos años a fin de convertirse en oficial en la reserva, siguiendo así los pasos de su padre, Joaquín de Dinamarca.
El primer día de un cadete llamado Nicolás de Dinamarca
Pero la formación militar nunca se completó. Apenas dos meses después Nicolás de Dinamarca decidía interrumpir su formación castrense porque al parecer no terminaba de encontrarse a gusto y no sentía que estaba en el lugar adecuado. El joven retomaba así su carrera sobre las pasarelas y volvía a ejercer como modelo, profesión en la que sigue inmerso en la actualidad y que le ha reportado éxito no solo en su país, sino también en desfiles en Japón o París, entre otros. Pues bien, aunque pocos lo sabían entonces, su padre, Joaquín de Dinamarca, fue uno de los que más luchó para que su hijo no abandonara el Ejército, tal y como él mismo ha reconocido esta semana en una entrevista con Billed-Bladet.
De las palabras del hermano de Federico de Dinamarca se deducen las enormes ganas que tenía de que su hijo mayor recibiera una educación castrense, tanto es así que le presionó incluso para que entrara en la academia militar. Su ansia le llevó a no escuchar a su esposa, la princesa Marie, que le advirtió de que quizá el Ejército no era el lugar más adecuado para Nicolás, uno de los dos hijos que tuvo Joaquín con la condesa Alejandra. Pero el príncipe seguía pensando que la escuela militar era una gran idea, algo de lo que en la actualidad se arrepiente. "Esta historia me enseñó a prescindir de mis propias expectativas", ha confesado.
Ahora, con la perspectiva que da el tiempo, Joaquín de Dinamarca no puede estar más orgulloso del camino que ha elegido su hijo, quien ha demostrado su madurez. El pasado mes de mayo, Nicolás fichaba por una agencia española de la que también forman parte otros rostros conocidos como Juan Betancourt o Iván Sánchez. No cabe duda de que está triunfando en su faceta como modelo, aunque también está volcado en otros proyectos profesionales. Así, llegó a hacer sus pinitos en la compañía inmobiliaria del multimillonario Mikael Goldschmidt y también tiene previsto estudiar en la Escuela de Negocios de Copenhague.
¡Que tiemble la pasarela! Nicolás de Dinamarca se prepara para algo grande
