Margarita de Dinamarca, protagonista absoluta de la cita de verano en Gråsten con su vistoso chubasquero

La Reina se convirtió en el florido arcoíris de la lluviosa jornada de la Familia Real danesa con motivo del tradicional desfile hípico

Por hola.com

La incesante lluvia no aguó la tradicional aparición estival de la Familia Real de Dinamarca con motivo del popular desfile de caballos ante el castillo de Gråsten. No recluyó a la reina Margarita y los suyos en palacio, ni tampoco impidió que asistiera el habitual tropel de seguidores fieles al acontecimiento hípico. Nadie quería perderse este emocionante espectáculo que, al paso de un equino tras otro, obsequia puntualmente en estas fechas veraniegas con un sinfín de imágenes de la soberana y los príncipes para el recuerdo.

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La Familia Real danesa, con la condesa Alejandra incluida, baila al son de Margarita de Dinamarca

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Una divertida Josephine de Dinamarca, protagonista del posado familiar del verano

Si bien el chubasco acarreó un repertorio de impermeables oscuros, en toda la gama de los nubarrones del cielo cubierto de Gråsten, lo que empañó el acostumbrado despliegue de colores y estampados del verano, la ocasión no estuvo falta del calor de siempre. Para empezar la reina Margarita se desmarcó de su familia, los príncipes herederos Federico y Mary y sus cuatro hijos, los príncipes Christian e Isabella y los mellizos, los príncipes Vincent y Josephine, uniformados por las inclemencias, y se proclamó la reina Sol de la jornada de lluvias. Se convirtió en la protagonista absoluta gracias a un vistoso chubasquero, que era un florido arcoíris para el día gris.

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Para continuar los espontáneos gestos de los pequeños príncipes, que pusieron al mal tiempo la mejor cara, encendieron uno de sus compromisos favoritos y despejaron a golpe de sonrisa, de sorpresa, de emoción el apagado fin de semana en Gråsten. Ni a las princesas Isabella y Josephine (esta última vestida de nuevo de la firma española Fina Ejerique) ni a la princesa Mary pareció importarles nada calarse (y no lucir su preciosa melena al viento), fascinadas por sus (segundos) mejores amigos, los caballos. Y es que si uno elige Dinamarca como destino de vacaciones de verano, debe adaptarse a su clima y eso se aplica a todos sin excepción, incluidos los príncipes, por muy herederos que estos sean, quienes este año han mantenido en la localidad danesa sus tres semanas de descanso.

Para concluir las muestras de cariño de Mary de Dinamarca hacia sus hijos subieron las temperaturas en el termómetro sentimental. A la cálida princesa se le escapaba ser mamá, igual que a la inolvidable Diana de Gales, con profusión de atenciones: un abrazo, una mirada, una caricia... Lo único que nublaba esta aparición pública de la Familia Real danesa era saber que probablemente no le sucedería después el radiante posado de verano de siempre. Parece que este año ha sido cancelado por dos razones: no han podido cuadrar todas las agendas y el príncipe Henrick tuvo que ser hospitalizado por una infección en la pierna. Así el sol no podía salir.

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