Horas antes de comenzar las celebraciones por el Día Nacional, el rey Felipe dio un discurso para hablar del "desastre natural sin precedentes que ha afectado a gran parte de nuestro país", ha dicho haciendo referencia a las inundaciones que "han causado enormes daños a nuestras ciudades y pueblos". "Nuestros pensamientos están con las familias y los seres queridos de las víctimas y todos los que están en peligro", ha comenzado diciendo. En su discurso, el soberano belga ha hablado también de la pandemia y todas las lecciones que hemos aprendido: "Nuestro modelo de sociedad, construido sobre los cimientos de la democracia, ha demostrado ser sólido y fértil en proyectos creativos. Nos hemos dado cuenta de la necesidad de una mayor colaboración a todos los niveles. Porque solo, ningún individuo, ningún nivel de poder, ninguna institución, puede afrontar y adaptarse a los grandes cambios que nos esperan". "También hemos redescubierto el papel indispensable del Estado y del servicio público. Su estrecha colaboración con las empresas y la sociedad civil es una de las claves del éxito de la gestión de la actual crisis sanitaria", ha dicho destacando los valores humanos "compuestos por la solidaridad, la generosidad, la empatía y la valentía". "Si pudimos aguantar las dificultades es gracias a la humanidad. Este es un activo precioso que debe conservarse. Nos permitirá afrontar los nuevos retos. Por nuestra sociedad, por nuestro planeta. Esta es la convicción que comparto con vosotros con motivo de la fiesta nacional", concluyó.