El Palacio Real de Bruselas se convertía un año más en el perfecto escenario para el tradicional concierto de Navidad que cada año organizan los los reyes Felipe y Matilde y que tiene como objeto agradecer al personal de la Casa Real su dedicación durante el año.
Los reyes belgas, acompañados de sus cuatro hijos, irrumpieron una vez más en el salón de palacio unidos de la mano. Cada día más mayores, destacó especialmente el estilo y elegancia de la mayor de los hermanos. La princesa Elisabeth, de 16 años, escogió para la ocasión un pantalón en color crema y top de encaje negro que acompañó con unas ondas marcadas y un maquillaje natural. Con un vestido rojo muy parecido al del año pasado, la pequeña Eléonore se sitúo entre su hermana y su madre, que escogió para esta cita un vestido de manga larga en color dorado con cinturón en la cintura. Gabriel y Emmanuel, por su parte, volvieron a asistir con traje azul y camisa blanca aunque, a diferencia del año pasado, escogieron corbatas muy diferentes.
Al recital, en el que pudieron disfrutar de piezas musicales interpretadas por la Real Orquesta de Cámara de Valonia, así como temas populares típicos de esta época del año, también asistieron la hermana del rey, la princesa Astrid, con su esposo, el príncipe Lorenzo y la hija menor de estos, Laetita Maria, al igual que la princesa Claire y sus dos hijos, el príncipe Nicolás y el Príncipe Aymeric.
Antes de dar comienzo el concierto, la familia al completo se fotografió con el impresionante árbol de Navidad y el Belén como telón de fondo.
En primera fila, la reina Matilde mostraba su atención a la pequeña de la casa, que se situaba dos puestos más alejados de ella. Tras esta curiosa anécdota, la familia Real Belga difrutó de una maravillosa velada musical.
