Mientras la situación que se vivió la noche del martes en Nueva York, en la que según su equipo de comunicación, el Príncipe Harry, Meghan Markle y Doria Ragland se vieron involucrados en una persecución ‘casi catastrófica’, en Reino Unido se ha seguido desarrollando el juicio en el que el hijo de Carlos III con un grupo de celebridades se encuentra demandando a Mirror Group Newspapers por supuestas prácticas ilegales para la obtención de información detrás de sus notas, enfatizando el espionaje telefónico. Como se sabe, éste es solo uno de los casos legales que el Príncipe mantiene en Reino Unido, y al ser el único que se encuentra con un juicio en desarrollo, se espera que en un par de semanas, Harry viaje a su país natal para dar su propio testimonio. Si los últimos días han sido ligeramente más tranquilos, con la excepción de uno que otro controvertido testigo llamado a declarar, en la audiencia de este viernes se dio a conocer un aspecto que podría dificultar el caso de Harry. Si bien, desde hace unos días, la defensa había apuntado a que el Príncipe no tenía la suficiente evidencia para probar una intervención telefónica y que el otras personas sufrieran por eso, significaba que él también, las cosas siguieron en la misma línea cuando uno de los extrabajadores del grupo editorial explicó que una de las notas a las que se refiere Harry no se tomó de ningún espionaje telefónico, sino que otro tabloide había dado a conocer la información un día antes y ellos simplemente lo retomaron.

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¿Qué ha sucedido?

Este viernes ha cerrado la segunda semana de audiencias en el juicio de un grupo de celebridades, entre las que destaca el Príncipe Harry contra el MGN, a cargo del tabloide Daily Mirror. En esta denuncia, el Príncipe entregó un largo listado de notas que datan desde hace dos décadas, en las que según su denuncia, se utilizaron medios fuera de la ley para recabar información. Especialmente, apelando a otros casos que se dieron en otros medios en esas mismas décadas, se ha hablado repetidamente de una intervención telefónica.

Con esto en mente, esta mañana se puso sobre la mesa un caso en específico, una nota en la que se revelaba la identidad de Chelsy Davy, quien mantuvo una larga relación con el Príncipe Harry durante su juventud. Ha sido el editor del tabloide en ese momento, Anthony Harwood, quien ha declarado bajo juramento que la nota publicada el 29 de noviembre del 2004, no había sido escrita con información obtenida a través de la intervención telefónica, sino que un día antes, fue el Mail on Sunday -con quien Harry tiene otro caso legal pendiente- quien identificó a la joven un día antes en uno de sus artículos.

El ex editor no solamente confirmó que la información la retomaron por completo del otro tabloide, sino que recordó que lo único que incluyeron fue una cita de un estudiante que había coincidido con ellos en un club nocturno en aquel viaje por Argentina en donde habían sido descubiertos.

Aparentemente, no hay suficiente evidencia de que el teléfono de Harry haya sido intervenido

Chelsy, un tema delicado

El Príncipe ha reafirmado en esta demanda su firme creencia de que el escrutinio de los medios afectó negativamente su relación con Chelsy, al grado de culpar a los tabloides por su ruptura. En sus declaraciones por escrito como parte de este juicio, el Príncipe apunta a que su ex novia decidió que la vida de la realeza no era para ella por el constante escrutinio al que se veía sometida por MGN, además de recalcar que el final de su relación en el 2010 fue especialmente duro para él.

En esta misma línea, la defensa ha ido revelando las fuentes de sus artículos, dejando claro que en algunas ocasiones la información provino directamente del Palacio, personas cercanas y en algunos casos, incluso de las mismas entrevistas dadas por el Príncipe. Entre los artículos que han sufrido el mismo destino que la nota de Chelsy están: un reporte del cumpleaños de Harry, en el que la información había sido compartida a los medios por su oficina de comunicación en la que se incluía una entrevista del Príncipe, un encuentro con sus padres en el colegio, en el que la visita de la Princesa Diana estaba registrada en su actividad pública, así como una fractura del Príncipe, con información que fue hecha pública por el Palacio. Por su parte, el equipo legal de la parte acusadora ha puesto sobre la mesa los testimonios de hackers e investigadores privados, aparentemente involucrados con el espionaje y se espera que en el testimonio del Príncipe se pueda recabar nueva evidencia.