A poco menos de un mes de la coronación, la Familia Real británica cerró filas alrededor de Carlos III en su primer servicio de Pascua como monarca. Tal como solían hacer con la Reina Isabel, los Windsor al completo se dieron cita en la capilla del Castillo de Windsor para asistir al servicio religioso. A pesar de que apenas hace un año, los hijos mayores de los Príncipes de Gales hicieron su debut en esta celebración, esta ocasión la cita se ha convertido en un momento por demás familiar, con la presencia del pequeño Louis -bien agarrado de la mano de su papá, ante la posibilidad de cualquier ocurrencia que pudiera tener en mente-, así como la de sus primas, Mia y Lena Tindall. Mientras es normal que la mirada de los amantes de la moda se posen sobre la Princesa de Gales, en esta ocasión, con todas las royals presentes, fue imposible ignorar el despliegue de colores y sombreros que se llevaron en una ocasión como ésta. Pero las mini royals tampoco han pasado desapercibidas, dando muestra de la relevancia de la moda infantil para los fashionistas.

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La Princesa Charlotte

Acostumbrada a llevar un papel más protagónico en los últimos años, se pudo ver a una Princesa Charlotte completamente segura de su posición. Como se ha podido ver en sus apariciones públicas, la segunda hija de los Príncipes de Gales es, por demás perceptiva y observadora. No pierde detalle de lo que hace su madre, a quien sigue a detalle, pero también es una natural cuando del público y las cámaras se trata, a su corta edad no se deja abrumar por la atención de su puesto y se le suele ver de lo más cómoda en este tipo de compromisos -para muestra, el tierno momento que vivió con el chico encargado de entregarle un ramo de flores a su mamá, a quien saludó amablemente con una sonrisa-.

Tal como ha sucedido desde su nacimiento, Charlotte llevó un vestido en flores, en diferentes tonos de azul. Se ha especulado que de esta manera, la Princesa de Gales busca, no solamente que su hija lleve ropa de acuerdo a su edad, sino manejar un sistema austero de guardarropa en el que la imagen de su hija sea consistente y sin ningún tipo de extravagancias. En esta ocasión, el diseño de la mini royal es de la firma británica Rachel Riley y tiene un precio de 65 libras esterlinas (alrededor de $1,460 pesos mexicanos).

La segunda hija de los Príncipes de Gales llevó este vestidito floral con un moño en la espalda con mallas de lana en azul y unos clásicos zapatos estilo Mary Jane. A su llegada se le vio luciendo un abriguito de lana en azul marino del que se despojó al salir de la ceremonia.

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Mia Tindall

La mayor de las hijas de Zara y Mike Tindall siguió los pasos de su primita, luciendo un vestido en blanco con motivos florales en naranja y azul marino de la firma británica Reiss, el modelo Ania con un precio de 84 libras esterlinas (aproximadamente $1,887 pesos mexicanos). Desde que era muy pequeña, las grandes diademas se han vuelto un sello característico en la bisnieta de Isabel II, por lo que en esta aparición no podía faltar este detalle que llevó en azul marino, a juego con sus zapatos estilo Mary Jane, que lució con calcetas blancas.

Lena Tindall

La segunda hija de Zara, Lena, mostró su propia personalidad en un vestido floral que, aunque era de la misma firma que el de su hermana, mantenía un estampado y un juego de colores completamente diferentes. El diseño de Lena también era de Reiss, en el modelo Lil Jr, y tiene un precio de 68 libras esterlinas (algo así como $1,528 pesos mexicanos). Lena llevó con este look la misma diadema en verde de Hucklebones que se le vio estrenar en el Jubileo de Platino de la Reina Isabel, el año pasado.