El Príncipe Harry y Meghan Markle ya se encontraban en Reino Unido cuando se levantaron las alarmas por el estado de salud de la Reina Isabel. La pareja estaba cumpliendo con compromisos personales, tanto en el país natal del Príncipe como en Alemania, apareciendo en eventos de distintas iniciativas tanto propias como de otras instituciones. Entre las citas que tenían pendientes, se encontraba una especialmente cercana al corazón de Harry, los WellChild Awards, un evento en el que ha participado desde mucho antes de conocer a Meghan - es su patrón desde el 2007- y del que ha sido parte incluso cuando dejó su posición como miembro senior de la Familia Real británica. Se trata de una iniciativa que reconoce la lucha de pequeños contra enfermedades graves y su premiación suele ser especialmente emotiva, con Harry conviviendo con los niños, regalándoles un momento de alegría. Es por esto que, cuando de última hora tuvo que viajar a Balmoral ante las noticias de la salud de su abuela, que terminarían con la triste partida de la monarca, el Príncipe quiso cumplir con su compromiso con estos chicos aunque fuera algunas semanas después. Fue así que a través de una videollamada, desde su residencia en Montecito, California, el Príncipe se comunicó con los pequeños reconocidos a quienes tendría que haber entregado sus premios.

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En una actitud sumamente cálida y relajada, el Príncipe habló con los pequeños desde el escritorio que suele usar en su casa para este tipo de ocasiones. Visiblemente relajado, habló con ellos de todo, desde cómo se encuentran sus hijos, Archie y Lilibet, hasta cómo es la vida con todo y sus cachorros en casa. En primer lugar, el Príncipe se disculpó con las familias por no haber podido estar presente en la premiación.

Al conocer a un pequeño que le contó que se llamaba Henry, pero que todo mundo le decía Harry -aunque él no sabe por qué-, el Príncipe le dijo cariñosamente que sonaba tal como su hijo Archie. El mismo niño fue el que quiso preguntar por los hijos de los Sussex, a lo que Harry respondió: “Están muy bien. Archie está muy, muy ocupado. Y Lily está aprendiendo a usar su voz, lo que es genial”.

Otro momento especialmente conmovedor fue cuando Harry intentó comunicarse con Shakeerah Crowther, de 10 años, a través de lenguaje de señas. “¿Cómo estás? Un gusto en conocerte”, fue lo que Harry supo decir en BSL (por sus siglas en inglés). Usando a su madre como interlocutora para comunicarse más fácil con el Príncipe, la niña conmovió particularmente a Harry cuando le dijo, “Lamento lo de tu abuela, la Reina”. Después de agradecerle por su comentario, Harry aprendió a deletrear su nombre en lenguaje de señas. Tratando de hacer conversación con ella, le preguntó por un globo en forma de jirafa que estaba detrás de ella, “Archie también tiene una jirafa y le ha durado mucho tiempo. Le llamamos Gerald”, le contó.

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Las mascotas en casa

Al charlar con Isabelle Delaney, de 13 años, ganadora del premio a la Persona Joven Inspiradora, Harry habló sobre las mascotas que tienen en casa: “Todos necesitamos un perro que nos mantenga tranquilos. Yo tengo tres en esta casa ahora, así que básicamente tenemos cinco hijos. Pero tengo un labrador negro llamado Pila, un beagle rescatado llamado Guy y otro beagle rescatado llamado Mia. Y entre esos tres, corren persiguiendo ardillas y provocando todo tipo de problemas todos los días. Pero también son perros de apoyo emocional, 100%, cuando se están portando bien”.