Tras haber cumplido los 18 años, en diciembre del año pasado, Amalia de los Países Bajos se convirtió oficialmente en la heredera al trono y como era de esperarse, su agenda institucional ha comenzado a llenarse de compromisos oficiales por cumplir y por muchas primeras veces. Tal y como ha sucedido este martes, cuando la hija mayor de los Reyes Guillermo y Máxima de los Países Bajos debutó en el Día del Príncipe, uno los actos oficiales más importantes del año para la Familia Real neerlandesa. En esta ocasión tan especial, la Princesa de Orange ha hecho compañía a sus padres, así como a sus tíos, los Príncipes Contantijn y Laurentin, vestida de gala y en carroza de cristal, después de que este acto haya recuperado su esplendor tras la pandemia.
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Para esta ocasión tan simbólica, Amalia eligió un vestido de gasa en color verde botella de mangas tres cuartos, además de un tocado en tonos claros, un bolso de mano con pedrería y guantes y zapatos en tono nude. Además, la nieta de la Princesa Beatriz ha usado joyas muy significativas, pues lució unas esmeraldas de la Reina Guillermina que datan de 1899 y que fueron un regalo de la Reina Emma a su hija. Integraban la dote de la Princesa Guillermina de Prusia por su boda con el Príncipe Guillermo en el siglo XVIII. El collar, de diamantes y esmeraldas tiene en el centro una espectacular piedra preciosa cuadrada ribeteada de brillantes. Es muy habitual que la reina Máxima las lleve acompañada de la tiara de este fabuloso conjunto.
Como es tradición, el tercer martes de septiembre, los Reyes de los Países Bajos, y en esta ocasión su hija mayor, viajan en el Carruaje de Cristal al Teatro Real, donde el Rey pronuncia el discurso al trono con el que el monarca da por inaugurado el año parlamentario y da a conocer el programa del Gobierno, además de que se hacen públicos los presupuestos del Estado. En este desfile también acompaña a la Familia Real el ayudante general, el palafrenero y el presidente de la fundación Escolta de Honor de la Cavalerie. Después de tocar la canción de Hussar, la escolta de honor se ha trasladado a la plataforma para la procesión. Tan pronto como el estandarte del regimiento de Húsares Princesa Catarina Amalia pasa por la plataforma se baja el estandarte y el Rey devuelve el saludo de honor.
También los diputados participan de este cortejo que sale desde el Senado y de la Cámara de Representantes hacia el Teatro Real, donde ocupan su lugar antes de que el presidente abra la sesión. Una vez en el Teatro Real, y desde el trono, el Rey ha pronunciado el discurso institucional, que marca las líneas principales del país para el próximo año.
Mayor protagonismo como heredera
Después de empezar la universidad en Ámsterdam, Amalia de Países Bajos ha tenido unas semanas muy ajetreadas. Hace unos días ejerció de anfitriona por primera vez en una cena que se concedió al Consejo de Estado, por lo que todo parece indicar que su agenda institucional ha arrancado de manera oficial. Con motivo de su mayoría de edad, que cumplió el pasado diciembre, la heredera ha dado un paso al frente y cada vez participa de un mayor número de actividades de la agenda de la Casa Real. Se espera que a principios del próximo años viaje al Caribe Holandéx en compañía de sus padres, donde conocerá Aruba, Curaçao y San Martín (que aunque son países independientes tienen al monarca holandés como jefe de Estado), además de visitar las islas de Bonaire, San Eustaquio y Saba.
