En medio de los emotivos eventos que se han realizado alrededor de los funerales de Isabel II, esta tarde, sus cuatro hijos han participado en una Vigilia de los Príncipes alrededor de su féretro en el Westminster Hall. Tal como hicieran en Escocia, antes de que los restos mortales de la monarca viajaran a Londres, Carlos III, la Princesa Anne, el Príncipe Andrés y el Príncipe Eduardo formaron la que será su última guardia de honor en la capilla ardiente. Al tratarse de una ocasión tan especial, el Rey dio un permiso especial para que su hermano Andrés pudiera volver a vestir su uniforme militar -misma excepción de la que gozará el Príncipe Harry la tarde del sábado, cuando corresponda la vigilia de los nietos de la Reina-. Distintos miembros de la Familia Real británica se han reunido para presenciar esta tradición que data de 1936 cuando se realizó por primera vez ante el fallecimiento del abuelo de Isabel II, pero lo que ha llamado especialmente la atención es que entre los presentes estuvieron por primera vez algunas de las bisnietas de Isabel II.

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Mientras la Reina cuenta con doce bisnietos, la realidad es que todos ellos son muy pequeños y hasta el momento no habían participado en ninguno de los eventos que han precedido a su fallecimiento. Pero pareciera que, a sabiendas de que será casi imposible que asistan el lunes a su funeral de Estado, Zara Tindall y su esposo Mike, así como Peter Phillips y su exmujer, Autumn, decidieron que sus hijas mayores hicieran un acto de aparición esta noche londinense para rendir un homenaje de cariño a su querida bisabuela.

La imagen no podía haber sido más desoladora. Lejos de aquella fotografía cuando la monarca cumplía 90 años, que posaba con estas mismas pequeñas en un simpático retrato en el que Mia Tindall acaparaba las miradas tomando el bolso de su abuela para mantenerla ocupada, esta vez se les veía decaídas y en una manera muy diferente a lo que se conoce de ellas. Cómo olvidar los bailes, risas y travesuras que protagonizaron hace apenas unos meses en la celebración del Jubileo de Platino de la Reina, una imagen muy distante de esta en la que Mia y Lena Tindall, así como Isla y Savannah Phillips, acompañaban a sus padres para ver a la distancia a su abuela, la Princesa Anne, rota de dolor mientras guardaba una solemne vigilia para su madre.

A pesar de que son muy pequeñas para comprender la magnitud del hecho histórico que están viviendo -Savannah, la mayor, tiene apenas 11 años, su hermana Isla tiene 10, su prima Mia 8 y la más pequeña entre las asistentes, Lena Tindall tiene apenas 4-, seguramente a la distancia recordarán éste como uno de los momentos más significativos de su relación con su cercana bisabuela. En más de una ocasión, se vio a Mia y a Savannah voltear a ver a sus padres con gestos de tristeza, queriendo compartir sus emociones ante lo que estaban viviendo. Además, no fueron las únicas pequeñas en la capilla, en la misma sección que se reservó para la familia de la monarca, se podía alcanzar a ver a otros niños que acompañaban a sus padres en esta vigilia.

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La vigilia de los nietos

Será la noche londinense del sábado -nuestra tarde- cuando los ocho nietos de la Reina Isabel se unan por primera vez alrededor del féretro en una vigilia especial en la capilla ardiente. Encabezada por el Príncipe William, en esta ocasión especial que el Príncipe Harry ha recibido un permiso para llevar su uniforme militar, se podrá ver a Zara Tindall, Peter Phillips, Beatriz y Eugenia de York, y por primera vez tomando un papel principal junto a sus primos mayores, Lady Louise y el Vizconde Severn, participarán en esta formación conmemorativa.