A pesar de que son contadas las apariciones que los Duques de Sussex han tenido de forma pública desde su llegada a Estados Unidos, pareciera que mientras viven en Montecito, California, su mejor pódium se encuentra en Nueva York. Hace unos meses, ahí realizaron su primera visita pública, con algunas citas dignas de un viaje oficial de la realeza, a pesar de que dejaron sus posiciones senior en marzo del 2020, y ahora regresan por la puerta grande. Esta mañana, tal como se había anunciado, el Príncipe Harry y Meghan Markle llegaron de la mano a la sede de las Naciones Unidas para participar en la Asamblea General que se ha dedicado a la memoria de Nelson Mandela, en la que el Duque será el encargado de dar un mensaje. Las imágenes han dejado ver a Harry tomando el estrado para dar su discurso, en el que abordó temas como la desinformación a través de mentiras, la guerra en Ucrania y la legislación estadounidense, en los cuales Harry se ha interesado en los últimos años dentro de las distintas plataformas que ha decidido tomar a su partida de la realeza.

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Tal como sucediera hace algunos meses en su primer viaje a la Gran Manzana, lugar que han visitado en carácter profesional en más de una ocasión, la pareja llegó sonriente y de la mano, pero buscando reflejar su faceta más sobria. Lejos de los glamurosos looks estilo Hollywood que han caracterizado a Meghan, ha apostado por la discreción que buscó emular durante los primeros días de aquel viaje que realizaba a Nueva York cuando las restricciones sanitarias lo permitieron.

El look de Meghan en la Gran Manzana

Las imágenes de esta aparición pueden resonar para algunos y es que el look que Meghan ha llevado a la ONU es uno que habíamos visto antes. La Duquesa apareció esta mañana luciendo un sencillo conjunto de blusa de mangas cortas, cuello redondo y falda estilo lápiz ligeramente por debajo de la rodilla con bolsos a los lados en negro. Se trata de un diseño de Givenchy que puede resonar para algunos, pues se trata del mismo look que se le vio durante su visita a Irlanda en julio del 2018. Con esta combinación, pero en verde botella llegó a aquel país solo unas semanas después de su boda. Al revisar los archivos de la marca, se puede ver que en aquel entonces, la falda en negro era más sencilla de encontrar que la verde que Meghan lució, lo que hace pensar que la Duquesa aprovechó que le había gustado el estilo y decidió comprarlo en dos colores diferentes, guardándolo para una ocasión especial como ésta.

¿Con quién pasaron Meghan y Harry el 4 de julio?

Si en aquella ocasión lo llevaba con accesorios en camel, esta vez apostó por un total black look. Al parecer, a pesar de la distancia, Meghan todavía tiene presentes algunos detalles de su vida en Reino Unido, pues se le vio llevando el bolso Bayswater de Mulberry, una de las firmas favoritas de royals como la Duquesa de Cambridge. Se trata de una elegante tote bag de piel, que es ideal para la vida profesional por su estilo sobrio y discreto, pero muy práctico. Por la forma en la que se le abrió al llevarla, todo apunta a que se trata de la versión mini, que se puede conseguir por 1,630 dólares (aproximadamente, $33,266 pesos mexicanos). La combinó con unos sencillos zapatos negros, que por lo delgado de su tacón, bien podrían ser sus Manolo Blahnik BB Tora. La melena completamente recogida en una cola baja con raya en medio y un maquillaje sencillo, fueron los toques finales de este look que parece ser una de sus combinaciones a las cuales recurrir.