Toda sonrisas, la Reina reaparece en público en medio de gran expectativa

Después de la cancelación de su asistencia a la apertura del Parlamento, esta aparición ha dado certidumbre de su buen estado de salud

Por Carolina Soto

Solamente unos cuantos días después de que la Reina Isabel tuviera que cancelar su aparición en la apertura del Parlamento, debido a una recomendación médica por cuestiones de movilidad, la monarca ha reaparecido en un evento público por primera vez en meses, dando una enorme certidumbre de su buen estado de salud. En los últimos meses, Isabel II se había limitado a recibir a algunas personas como Justin Trudeau en Windsor y a participar en eventos a distancia a través de videollamadas, por lo que en vísperas de las celebraciones de su Jubileo de Platino se daba la preocupación sobre si le sería posible estar en algunos de los festejos. Pero, dando una muy grata sorpresa, la monarca ha reaparecido en un evento público y lo ha hecho en el que, sin duda, es el que más disfruta. Si ayer se había perdido el primer día del Royal Windsor Show, en el que estuvo representada por la Princesa Beatriz, este viernes se le ha visto llegar de lo más entusiasmada, no solamente para ver a sus adorados caballos, sino también a su nieta, Lady Louise Windsor quien desfiló en un carruaje, a la más pura usanza del Duque de Edimburgo.

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En un primer momento, la Reina permaneció en su camioneta Range Rover para ver el desfile de los caballos, mientras platicaba con algunas amistades. Las risas francas y llenas de vida de Isabel II no pasaron desapercibidas para nadie, pues aunque suele ser muy formal en sus apariciones públicas, es bien sabido que cuando se trata de los eventos ecuestres, la Reina es una espectadora muy entusiasta. Pero si esa aparición era más que suficiente, una hora después, dejó su automóvil y apoyada del bastón de su marido, caminó con el Príncipe Eduardo hasta el palco que se tenía reservado para ella, en donde se le vio encantada con su hijo menor y Penny Knatchbull, Condesa Mountbatten de Burma. Una vez acabado el evento, en el que premió al ganador, sin ayuda alguna, la Reina regresó a su camioneta saludando animada a la gente que la despedía entre vítores.

Como suele hacer en este evento, la Reina de 96 años dejó de lado sus coloridos trajes y sombreros para mostrar su versión más hogareña. Los lentes oscuros, el lipstick bien puesto y su inseparable mascada en la cabeza cuando dejó su camioneta, dejaron ver a la monarca disfrutando al máximo de este evento en el que su caballo era uno de los competidores en la carrera en la que estuvo presente, aunque 14 de sus equipos aparecerán durante todo el evento.

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Dos meses sin una aparición pública

La última vez en la que se le había visto en un evento público había sido en marzo pasado cuando asistió al solemne servicio en memoria de su marido, el Duque de Edimburgo, en la Westminster Abbey. Desde entonces, había estado refugiada en el Castillo de Windsor, en donde se han llevado a cabo algunos eventos tanto en persona como digitales.

La ausencia de la monarca en el primer día del show ecuestre pintaba para importante, pues en 79 años, nunca ha faltado a esta cita, pero para beneplácito de los presentes, este viernes ha podido hacer esta aparición que a decir de las imágenes, disfrutó enormemente. Se espera que pueda hacer lo propio en los eventos en los que se tiene programada su asistencia el próximo mes para la celebración de su Jubileo de Platino.

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