La importante posición de la Reina Isabel hace que sea poco lo que se sabe de ella a nivel personal. Ha sido a través de los testimonios de algunos de los miembros de su familia y de las personas que han tenido la oportunidad de conocerla que se ha podido saber más de ella a través del tiempo. Este año que, sin duda ha sido de los más difíciles de su vida tras la pérdida de su amado esposo, ha dejado ver también la fortaleza que la ha caracterizado desde que siendo muy joven comenzó su reinado, pero gran parte de su persona pública se conoce a través de sus apariciones. Ha sido en medio de la estancia de la monarca en Balmoral, en Escocia, donde ha permanecido tras sus vacaciones de verano, que se ha podido conocer una anécdota que habla mucho de la personalidad no conocida de Isabel II. Uno de sus colaboradores ha contado la reacción de la Reina al enterarse del diagnóstico de cáncer terminal que recibió su esposa, y las acciones no podrían haber sido más emotivas.

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Scott Methven, quien fuera el Gaitero de la Soberana de 2015 al 2019, narró a la BBC de Escocia, una anécdota de la que nadie sabía. En el relato, el hombre cuenta cómo sin saberlo cuando, tras haber servido en el ejército desde su juventud, tuvo la oportunidad de conocer a la Reina tuvo la que sería una informal entrevista de trabajo para tener el puesto del gaitero de Su Majestad. Fue así como consiguió la posición en la que todos los días, cuando la Reina estaba en el Palacio, tenía que tocar alrededor de 14 minutos por la mañana, además de participar en los eventos especiales, que dijo disfrutaba mucho.

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La dura noticia

Fue precisamente mientras cumplía con su labor cuando se enteró de la terrible noticia, su esposa había sido diagnosticada con cáncer terminal. La Reina se enteró de lo que estaba sucediendo y le dijo que se fuera con su mujer, que pusiera a su familia primero y que si alguien cuestionaba su ausencia, dijera que ella lo había ordenado. Pero había un problema más, Scott tenía hijos pequeños y nadie que los cuidara.

La Reina tomó acción al respecto, mandando a las niñeras reales a cuidar de sus dos hijos. “Solo pasó que las nanas reales estaban ahí. Todos se juntaron para ayudar”, contó Scott. Los niños fueron invitados primero a quedarse en Balmoral y después al Castillo de Windsor, en donde se cree se convirtieron en los compañeros de juegos del Príncipe George. Mostrando su generosidad, la Reina no solo buscó apoyar en el cuidado de los niños, sino que también quiso tener un gesto para con las enfermeras que cuidaban a la esposa de Scott. “Una mañana cuando iba al hospital, la Reina había arreglado unas fresas y unos muffins para hacer una canasta para las enfermeras. Me dijo: ‘Asegúrate de que reciban eso’”, contó el gaitero.

El doctor de la monarca estuvo también involucrado en la situación al detectar un problema en los estudios de sangre de la esposa de Scott después de que se hubiera sentido mal. Desgraciadamente, la esposa de Scott falleció un año después de su diagnóstico. “La gente verdaderamente piensa lo que quiere de la Familia Real o de la Reina, pero a mí verdaderamente me ayudaron”, dijo con la voz entrecortada el gaitero que se dijo muy orgulloso de la posición que tuvo dentro del equipo de la monarca.