El durísimo enfrentamiento de Meghan Markle contra Associated Newspapers y sus tabloides Mail On Sunday y Mail Online, ha llegado a un nuevo punto. Si el juicio de la Duquesa de Sussex ha sido pospuesto hasta octubre del próximo año con una revisión en enero, en la que se puede evitar llegar a la Corte, ahora los Sussex han dado una nueva estocada. El Príncipe Harry habría levantado una nueva denuncia contra el grupo editorial, ahora contra información publicada en torno a su persona. Según The Guardian, el pasado 27 de noviembre, el equipo legal de los Duques, el despacho de Schillings, registró los documentos de esta nueva batalla en la High Court de Londres. De ser cierto, ésta sería una acción legal separada a la de la Duquesa contra el mismo grupo.

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Según The Telegraph, esta nueva demanda estaría relacionada con un artículo publicado en octubre que señalaba que Harry había perdido contacto con los Royal Marines tras haber dejado su posición como miembros senior de la Familia Real británica a finales de marzo. Hay que recordar que al haberse separado de su posición, también se pusieron en pausa sus nombramientos honorarios, entre los que estaban Capitán General de los Royal Marines, Comandante Honorario de la Fuerza Aérea de la Fuerza Aérea Real de la base Honington en Suffolk, y Comodoro en Jefe Honorario del comando de la Marina Real de Barcos Pequeños y Buceo.

De ser cierto, esta demanda se sumaría a las que el Príncipe tiene en contra de The Sun y el Daily Mirror, a quienes acusa de haber intervenido los mensajes de voz de su teléfono celular. Se sabe también que la pareja tiene otra denuncia levantada en California contra un paparazzi desconocido por haber tomado fotografías de su hijo en la residencia que habitaban antes de mudarse a su casa de Montecito. Aunque, por supuesto, la batalla legal que más ha dado de qué hablar ha sido la que Meghan emprendió contra el mismo grupo editorial del que ahora se está hablando.

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¿De qué va la demanda de Meghan contra el mismo grupo?

La Duquesa de Sussex levantó una denuncia contra Associated Newspapers y dos de sus publicaciones, después de que a través de ellas se diera a conocer una carta de su puño y letra que había sido dirigida a su padre, Thomas Markle -quien la entregó a los medios-. En esta batalla, Meghan se ha anotado dos triunfos, el primero cuando consiguió que se mantuviera en anonimato el nombre de las cinco amigas que hablaron sobre su situación en un reportaje de la revista People, que habría desencadenado la publicación de la carta, y la concesión del cambio de fecha para el juicio que tendría que haber empezado el próximo enero.

Sin embargo, también ha sufrido un par de reveses, desde la desestimación de algunos de los puntos que ella recalcaba hasta lo que se ha considerado como el mayor fallo en su contra, la admisión del libro Finding Freedom como evidencia, pues el grupo acusado asegura que la Duquesa directa o indirectamente filtró información a los autores sobre situaciones personales de su vida. Recientemente, ante la fecha límite para que su equipo legal rindiera su declaración al respecto, se admitió que la Duquesa había dado alguna información a los autores a través de sus amistades. El que este libro sea evidencia se ha anticipado podría significar que Meghan podría ser llamada a declarar en caso de que el caso llegara a juicio, lo que todavía es una posibilidad.