Los actos conmemorativos por el Remembrance Day, fecha en la que se rinde homenaje a los a los soldados caídos en la Primera Guerra Mundial y a aquellos que han perecido en servicio desde entonces, ha reunido a la familia real británica por primera vez desde el pasado mes de marzo, cuando inició el confinamiento debido a la pandemia del coronavirus. Tal y como lo marca la tradición, los miembros de la realeza se han dejado ver desde los balcones de la sede del Ministerio de Exteriores, en una sobria ceremonia encabezada por la Reina Isabel II, la cual estuvo marcada por las restricciones sociales que se han impuesto debido a la pandemia, por lo que a diferencia de otros años, se realizó sin la presencia de público y limitando la asistencia a los miembros de la familia real, entre ellos el Príncipe William y Kate Middleton, quienes al igual que todos los asistentes y siguiendo el protocolo, han vestido de elegante negro en señal de luto.
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Para esta ocasión, la Duquesa de Cambridge optó por un elegante abrigo negro de inspiración militar con hombreras y botones blancos en contraste de Alexander McQueen, llevando en la solapa del mismo tres amapolas, tal y como lo dicta la tradición. Kate combinó su abrigo con un sombrero negro y guantes en el mismo tono y discretos accesorios de perlas, combinando a la perfección con los de otros miembros de la realeza, como la Duquesa de Cornwall y la misma Reina Isabel, quienes combinaron sus sobrios atuendos con perlas. En congruencia con todo su look y con la ocasión, Kate decidió llevar el pelo recogido en un chongo bajo y un maquillaje en tonos muy sobrios y naturales, prácticamente imperceptibles.
A diferencia de otros años, Kate Middleton y la Condesa de Cornwall no acompañaron a la Reina en el balcón principal, pues debido a las restricciones sanitarias, la Monarca estuvo solo acompañada de su asistente Susan Rhodes, mientras que las Duquesas permanecieron en otro balcón, procurando mantener el distanciamiento social. En otro de los balcones, presenciaron la ceremonia la Condesa de Wessex y Timothy Laurence, esposo de la Princesa Ana. De solemne negro, todos los miembros de la familia real cantaron God Save the Queen antes de presenciar el emotivo homenaje que les rindieron a los caídos el Príncipe Carlos, Edward de Wessex y el Príncipe William, en el que colocaron una corona de flores al pie del monumento del Cenotafio, momento en el que incluso se le vio muy conmovida a Kate Middleton.
Antes de este solemne acto, Isabel II, quien se dejó ver por primera vez con mascarilla en público, visitó la Abadía de Westminster con motivo del centenario de la tumba del soldado desconocido, en donde participó en una ceremonia y depositó, a manera de tributo, una réplica del ramo de flores que llevó en su boda con el Duque de Edimburgo, en 1947, sobre la tumba.
Los Duques de Sussex, los grandes ausentes
Además de que este año no ha habido el tradicional desfile militar por las calles, ni el concierto previo al Remembrance Day en el Royal Albert Hall, otra de las grandes diferencias que marcaron este año la especial conmemoración, ha sido la ausencia del Príncipe Harry y Meghan Markle. Precisamente fue este acto el último al que asistieron el año pasado antes de comenzar su retiro en Canadá. Sin duda alguna, esta conmemoración es muy especial para Harry, quien sirvió al ejército por más de una década y siempre ha tenido un vínculo muy especial con los veteranos de guerra, por lo que lamentó no poder estar presente en el sentido homenaje. "El acto del recordar, del recuerdo, es un profundo acto de honor. Es cómo preservamos el legado de generaciones enteras y mostramos gratitud por los sacrificios que hicieron para que podamos vivir como lo hacemos hoy", expresó durante una reciente charla en un podcast militar llamado Declassiffed. "Aunque no podamos estar juntos, siempre recordaremos juntos", señaló.