La Princesa Diana vivió una vida que podría haber parecido llena de glamour, pero más allá de los episodios complicados que se vivieron públicamente, en su infancia también hubo capítulos difíciles de contar. Han pasado 23 años de su fallecimiento, pero no su legado sigue en pie a través de sus hijos, el Príncipe William y el Príncipe Harry. A pesar de que se pensaría que todo se sabe de ella, hay detalles privados que sus más cercanos han ido revelando con el paso de los años, como en esta ocasión, en la que su hermano ha narrado uno de los momentos más complicados de su infancia. Charles Spencer ha hablado del dolor que él y su hermana vivieron con la separación de sus padres, el Conde Spencer y su primera esposa, Frances, en 1969.
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“Diana y yo teníamos dos hermanas mayores que estaban fuera en la escuela, así que ella y yo básicamente estábamos en eso juntos y hablé con ella sobre ello”, contó el ahora Conde Spencer en The Sunday Times, en vísperas del lanzamiento de su nuevo libro, The White Ship. “Nuestro padre era una silenciosa y constante fuente de amor, pero nuestra madre no estaba hecha para la maternidad. No era su culpa, ella no podía hacerlo”, ha dicho sinceramente, a sabiendas de la difícil relación que la Princesa tuvo siempre con su madre.
A pesar de esto, su partida no fue algo sencillo para sus dos hijos menores. “Mientras ella estaba empacando sus cosas para irse, ella le prometió a Diana que regresaría a verla. Diana solía esperarla en la puerta, pero nunca volvió”, contó del duro capítulo en la vida de su hermana, que al momento de la partida de su madre tenía solamente cinco años.
A sabiendas de las secuelas que esta separación tuvo en su vida, Charles ha confesado que a lo largo de 20 años ha estado constantemente en terapia, haciendo “mucho trabajo profundo en mi infeliz infancia”, ha dicho sobre un proceso nada fácil que define como ‘agonizante y horrible’, pero que a la vez describe como catártico. “Salir del otro lado ha sido bueno. La única cosa que he aprendido a través de esto que he pasado es que muy poca gente está destinada a ser destructiva”, explica.
Completamente abierto a hablar sobre el tema, el Conde explicó que su infancia le resultó en una necesidad en ‘rescatar personas’, algo que vio relacionado con sus primeros dos matrimonios y que dice haber superado al momento de su tercera boda. “Nos comprometimos muy rápido y estoy seguro de que la gente pensó, ‘ahí va otra vez’, pero yo estaba seguro”, ha dicho de sus nupcias en el 2011. La relación era tan importante para él que no dudó en darle a su esposa Karen consejos para convertirse en la madrastra de sus seis hijos.
La infancia de la Princesa Diana
Hay que recordar que la Princesa Diana nació en una familia aristocrática en la que su abuela tenía una cercana relación con la Reina Isabel, y su padre era el 8° Conde Spencer. Con dos hermanas mayores, una que salió con el Príncipe Carlos antes que ella, y un hermano menor (además de otro hermano que falleció), Diana tenía una personalidad tímida y retraída. La Princesa creció en Althorp, la residencia de su padre, para después ser enviada a un internado en Suiza. Ante el divorcio de sus padres, la custodia de Diana y de sus hermanos quedó en manos del Conde.