Es bien sabido que desde marzo pasado la Reina Isabel se refugió en el Castillo de Windsor ante la pandemia, desde donde salió a pasar sus vacaciones en su casa en Escocia, Balmoral, como hace cada verano. Mientras ha pasado los últimos meses entre estas dos residencias, Sandringham es el hogar en el que la Reina se hospeda durante las fiestas decembrinas y hasta que pasan los primeros días de febrero. En Nolfolk, muy cerca de la residencia de Anmer Hall de los Duques de Cambridge, la monarca disfruta de pasear a caballo y asistir a la iglesia local sin falta todos los domingos. Pero lo que nadie se imaginaba era que los famosos terrenos de Sandringham se podrían convertir en un autocinema, algo que por primera vez permitiría la monarca.
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Aprovechando que la Reina se encuentra de vacaciones en Escocia con su marido, el Príncipe Felipe, quien suele vivir de tiempo completo en Norfolk, las puertas de Sandringham se han abierto por primera vez al público para disfrutar de una noche de película. Según reportan medios británicos, será a finales de septiembre cuando en el terreno de 24 hectáreas se convierta en un autocinema en el que se podrán disfrutar cintas como 1917, Rocketman y A Star is Born, algo muy apreciado por las medidas necesarias por la nueva normalidad. Los más pequeños también tendrán su momento con Toy Story y Moana. La entrada a este especial autocinema será de 32.50 libras esterlinas (alrededor de $929 pesos mexicanos) por cada automóvil. Curiosamente, los boletos VIP que contaban con algunas amenidades como sillas de playa para disfrutar más cómodamente de la función se encuentran ya completamente agotados, demostrando que ésta fue una gran idea.
Los veranos se abren las puertas
Hay que recordar que el verano es aprovechado para que los seguidores de la realeza puedan dar un vistazo a algunos aspectos que durante el año se mantienen privados, como el Palacio de Buckingham. Año con año, la residencia oficial de la Reina abre sus puertas para turistas, ofreciendo una especialmente curada exposición, basándose en algún aspecto interesante de la Familia Real. Este año ha sido diferente, pues desde marzo pasado, la Reina no ha estado en Buckingham, marcando la ausencia más grande que ha tenido de su hogar en las últimas décadas.
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Ante las disposiciones oficiales que se han tenido por la pandemia, las puertas de la zona destinada para turistas en el Castillo de Windsor fueron reabiertas apenas hace algunas semanas. Éste fue el mismo caso del Palacio de Kensington, que fue parte de los siete palacios que reabrieron sus puertas con nuevas medidas de distanciamiento social, tras haber permanecido cerrados para visitantes durante la cuarentena británica.
Mientras eso sucede en Inglaterra, la Reina se encuentra disfrutando de sus vacaciones de verano en Balmoral. Como hace año con año en esta época, la monarca logró darse una escapada a Escocia, aunque se llegó a dudar que lo fuera a lograr cuando comenzaron las restricciones de viaje. En Balmoral ha recibido a algunos de sus familiares, como los Cambridge, con quienes se reencontró tras meses de separación por el aislamiento que se vivió en todo el mundo. En imágenes capturadas por paparazzis se pudo ver que los Condes de Wessex también realizaron el viaje, y a principios de su estancia recibió a la Princesa Eugenia y su esposo Jack Brooksbank. Como ha declarado la misma Eugenia, su abuela nunca es tan feliz como cuando se encuentra en esta residencia en un rincón escocés.