Por la palabra Royal

El triunfo de la Reina Isabel en los tribunales

La Corte determinó que el exmayordomo del Príncipe Carlos no puede usar la palabra Royal en su negocio

Por Carolina Soto

Mientras la Reina Isabel se encuentra pasando unas divertidas vacaciones de verano, rodeada por otros miembros de la familia como los Duques de Cambridge, los Condes de Wessex y en algún momento, la Princesa Eugenia y su esposo, desde Londres le ha llegado una buena noticia. Tal como se recuerda, en su momento la monarca no permitió que los Duques de Sussex utilizaran la denominación royal en sus proyectos fuera de la Familia Real, pero, aparentemente, Harry y Meghan no fueron los únicos que tenían la intención de hacerlo. Un exempleado del Príncipe Carlos pretendía usar la palabra para hacer promoción a su propio negocio, pero la Corte ha fallado en favor de la Reina y esto no será posible.

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Todo comenzó cuando Grant Harrold, exmayordomo del Príncipe Carlos, quiso registrar la marca The Royal Butler para su firma de entrenamiento de etiqueta. El hombre trabajó durante 6 años para el Príncipe, y desde que dejó de trabajar para Clarence House en el 2011, ha tenido distintas apariciones en programas de televisión. Ante esta situación, tomando en cuenta que la palabra Royal en aquel país está reservada para asuntos de la Corona -tal como se dio a conocer con la partida de Harry y Meghan-, los abogados de la monarca decidieron emprender acción legal. El hombre argumentó que había recibido autorización de miembros senior de la Familia Real ante su partida, pero al parecer, esto no ha sido corroborado para evitar que se llevara el caso a juicio.

El equipo legal de la Reina explicó que el señor Harrold podía confundir a la gente, haciéndola pensar que todavía trabajaba para la Familia Real y que tenía el permiso de usar su nombre. Negaron el que existiera dicho permiso por parte de la Reina o de la Cabinett Office, que son las únicas dos figuras autorizadas para dar un permiso de ese tipo.  Dado a que la oficina de Propiedad Intelectual de Gran Bretaña no encontró ninguna autorización, decidió negar la solicitud.

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Según la información que se tiene en la oficina de registro, Harrold utilizó aquel nombre de forma comercial entre 2014 y 2015. Ahí mismo se registra que se le contactó en noviembre del 2015 para consultarlo sobre el nombre, pero continuó usándolo a pesar de esto. Esto tiraba por tierra el argumento de Harrold de que la Familia Real no tenía problema con que usara la denominación. Al fallar en favor de la Reina, la Corte ha ordenado a Harrold pagar 2,500 libras (alrededor de $71,895 pesos mexicanos) por los costos legales de la monarca.

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El uso de la palabra Royal protegido en Reino Unido

La palabra Royal -real en su traducción al español- se encuentra protegida en Reino Unido. A pesar de que Harry y Meghan lanzaron un extenso comunicado diciendo que a nivel mundial no había ninguna limitación para usarla, en Reino Unido las leyes son muy claras. La palabra se encuentra protegida para su uso comercial, pero no es la única en tener esta limitante. El uso de las palabras rey, reina, príncipe, princesa, duque, duquesa y Su Majestad con un fin comercial está completamente restringido y es necesario tener un permiso especial para hacerlo.

La intención es evitar la confusión para la gente y que no se entienda que un negocio que no tiene relación con la Familia Real está vinculado de alguna manera. Hay que recordar que los productos consumidos por los Windsor pasan por un proceso de registro muy específico y reciben una denominación especial para su promoción.  

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