En la actualidad pareciera que conocemos todos los detalles de la vida de los royals. Y es que gracias a la rapidez de información que el internet y las redes sociales han dado, todo parece estar al alcance de la mano. Pero esto no era así hace apenas algunas décadas, qué pensar de cuando la Reina Isabel era pequeña. Es por eso que no ha sorprendido que uno de los detalles de la infancia de la monarca pasara desapercibido hasta que el día de ayer, durante su visita al Royal National ENT and Eastman Dental Hospitals, la Reina de 93 años reveló que usó aparatos de ortodoncia durante su infancia.
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Al recorrer las instalaciones de los hospitales, la monarca tuvo oportunidad de ver los avances que se han hecho, específicamente cuando de frenos se trata. Fue así que sin reparo, reveló con su característico sentido del humor: “Tuve frenos, afortunadamente fue hace mucho tiempo”. La conversación continuó cuando conoció a algunos niños que están pasando por este tradicional tratamiento. Al encontrarse con Ilia Aristovich de diez años, la monarca le dijo: “Creo que al final, vale la pena”.
Aunque no se ha visto alguna imagen de la monarca con los aparatos, parece que tiene toda la razón y esto le ayudó para presumir una dentadura perfecta. Pero no es la única dentro de la Familia Real que ha apostado por este tratamiento, que aunque en nuestro país es muy común, en Gran Bretaña todavía tiene las restricciones de ser muy costoso. Recordemos que el Príncipe Harry presumía sus bracketts al sonreír cuando era un jovencito, al igual que sus primas, la Princesa Beatriz y la Princesa Eugenia. También Lady Louise Windsor, de las menores de los primos, todavía los está usando.
La visita en otro de los hospitales también permitió que la Reina asistiera al área dedicada a la audición. Ahí pudo conocer a Lily Conlan, de ocho años, quien tiene dos implantes cocleares. Curiosa al respecto, la Reina le preguntó: “Así que, ¿ahora tienes dos?”, ante la respuesta afirmativa de la niña, le dijo: “Bien, eso está muy bien. Es un mundo muy ruidoso, ¿cierto?”. La pequeña le confesó que cada año les hace una fiesta a sus implantes, para celebrar su audición, a lo que la Reina le respondió contenta: “Espléndido. Qué buena idea”, robando una sonrisa a la niña.