El Palacio de Noruega ha dado a conocer el terrible fallecimiento de Ari Behn, exmarido de la Princesa Marta Luisa y padre de sus tres hijas. Según ha confirmado su agente a través de un comunicado, Ari se quitó la vida esta Navidad. El escritor de 47 años, que se divorció en el 2016 de la Princesa tras 14 años de matrimonio; se dedicó a la literatura desde tres años antes de casarse con Marta Luisa, y tras su divorcio, escribió algunos libros que hacían referencia a su vida, enfocándose en su boda y su separación.
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La noticia de su muerte fue confirmada por Geir Hakonsund, su representante: “Con mucha tristeza en nuestros corazones, nosotros, los más cercanos a Ari Behn, anunciamos que se ha quitado la vida. Pedimos respecto para nuestra privacidad en los días venideros”, se lee en el comunicado difundido por medios locales.
A nombre del Rey Harald y la Reina Sonia se ha dado a conocer la siguiente declaración: “Ari ha sido una parte importante de nuestra familia durante muchos años, y tenemos recuerdos cálidos y afectuosos de él. Estamos agradecidos de haberlo conocido. Lamentamos que nuestros nietos hayan perdido a su amado padre y tengan profunda compasión por sus padres y hermanos, que ahora han perdido a su amado hijo y hermano”.
El Príncipe Haakon, y su esposa, la Princesa Mette-Marit, también han compartido unas palabras ante este terrible deceso. “Fue un buen amigo, un querido miembro de la familia y un tío maravilloso, con quien compartimos muchos de los pequeños y grandes momentos de la vida”. La familia se había dejado ver durante el servicio religioso de Navidad horas antes de que se diera a conocer la pérdida.
Durante el lanzamiento de su último libro, el también pintor confesó que se había sumido en una terrible depresión tras su separación de la Princesa. En el 2009, mucho antes de su ruptura, él confiaba a la televisión noruega que sabía que en algún momento saldría de la Casa Real, pues no era raro que se metiera en problemas. “Es muy difícil vivir conmigo”, aceptaba, al pie que anunciaba que su único interés era que sus hijas fueran personas independientes, empáticas e inteligentes. Tras el divorcio, la expareja mantuvo una relación cercana, con continua convivencia para salvaguardar la relación con sus tres hijas.