Era noviembre del 1994, el Príncipe Carlos aparecería en una entrevista admitiendo que siempre había estado enamorado de su primera esposa, y la Princesa Diana daba una lección de elegancia cuando de dar respuestas se trata. La Princesa de Gales tenía un compromiso esa noche y decidió lucir más sexy que nunca, con un entallado vestido negro de escote de corazón, figura ceñida y mostrando las piernas, en lo que hoy se conoce como el vestido de la revancha. Poco más de dos décadas después, su sobrina, Lady Kitty Spencer se ha puesto su propia versión de aquel icónico vestido que tanto dio de qué hablar.
Después de un verano en Saint Tropez y Positano, llegó el momento de Moscú en la cosmopolita agenda de Kitty. Para una noche en la que ella sería protagonista como una de las embajadoras de Bvlgari, la sobrina de la Princesa Diana decidió lucir espectacular con un diseño que recordaba mucho a aquel que luciera su tía y que era una creación de Christina Stambolian. El vestido en cuestión fue uno de su firma de cabecera y para quienes también desfila habitualmente, Dolce & Gabbana.
Tal como su tía, lució un escote de corazón con tirantes off-the-shoulder acompañados por un corset que enmarcaba a la perfección su figura. También jugó con las transparencias gracias a las elegantes telas con las que se realizó este diseño. A diferencia del de Diana de Gales, la mayor de las hermanas Spencer llevó este vestido hasta el suelo pero se esforzó en enmarcar sus vertiginosas curvas. El toque final de inspiración del look de su tía fue el enorme collar con el que adornó su cuello; mientras Diana llevó perlas con un enorme zafiro –misma piedra de su famoso anillo de compromiso-, Kitty dejó claro que ‘los diamantes son los mejores amigos de las mujeres’, al llevar un juego de aretes, collar, anillo y brazalete.
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Ésta no sería la primera vez en la que voluntaria o involuntariamente, Kitty recuerda a la Princesa Diana gracias a su guardarropa. Ya sea a través de colores o siluetas, es fácil que la guapísima rubia recuerde a la mujer con la que comparte, no solo apellido, sino también fuertes genes. Lady Kitty Spencer es hija del Conde Spencer, hermano de la Princesa Diana. La joven creció en Sudáfrica con su madre y hermanos, pero desde hace algunos años llegó a convertirse en toda una socialité de Londres.
