Parece que Meghan Markle se tomó muy enserio la espectacular maleta que preparó para su primer viaje al extranjero como la Duquesa de Sussex. Si ayer se le vio con tres look diferentes, dos ya en Dublín, para su segundo día ha vuelto a hacer un cambio de guardarropa de un momento a otro. Mientras que por la mañana se le veía en un elegante vestido Roland Mouret para su encuentro con el Presidente Michael D. Higgins; para su siguiente compromiso, la esposa del Príncipe Harry decidió recurrir a una de sus armas secretas.
Antes de su boda, Meghan sorprendió en su primera salida a un evento formal de noche con el Príncipe luciendo un elegante tux negro en vez del clásico vestido largo. La combinación fue tan buena, que parece ha decidido volver a recurrir a ella en una versión más casual durante su viaje a Dublín. Al ir a ver un despliegue de deportes gaélicos en el Croke Park, Meghan parece que apostó por algo más práctico que el vestido que llevaba, aunque no dejó atrás sus altos tacones.
Una vez más, Meghan ha recurrido a la firma que eligió para el día de su boda y que parece, se ha convertido en la de cabecera. Con una chaqueta corta de mangas tres cuartos y pantalones de vestir corte pitillo, ambos negros, este traje de Givenchy se convirtió en la elección perfecta para la segunda parte de la agenda de los Duques de Sussex. Para combinarlo, llevó una sencilla blusa blanca que daba un toque muy chic a su outfit del día.
Como ha hecho con otros looks de la misma firma, Meghan llevó cinturón de la línea francesa y un bolso clutch a juego. El GV3 de Givenchy, con un precio de 1,677 libras esterlinas (alrededor de $44,440 pesos mexicanos), ha sido uno de los pocos bolsos clutch que empacó Meghan, que ya en dos ocasiones durante este viaje se ha dejado ver con bolsas de gran tamaño, algo muy pocas veces visto entre las royals.
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Los zapatos de tacón fueron el modelo clásico de Sarah Flint con un precio de 355 dólares (algo así como $7,100 pesos mexicanos). Aunque es una amante de los accesorios y suele aparecer siempre con aretes, anillos y pulseras diferentes, esta vez optó por dejar guardadas todas las joyas, luciendo únicamente su anillo de compromiso y su argolla de matrimonio.