Cuarenta y dos cañonazos anunciaban la llegada de los esperados bebés de la Princesa Charlene y el Príncipe Alberto de Mónaco. El Principado celebraba el nacimiento del nuevo heredero al trono, el Príncipe Jacques, y de su pequeña hermana, la Princesa Gabriella, a lo grande, mientras el Príncipe declaraba día de fiesta nacional ante el gozo de su gente. Aunque poco se ha visto de los bebés en los últimos doce meses, sus gracias y muchas monerías que sus padres han compartido, harían pensar que ha pasado más de un año de su esperada llegada.
El orgulloso papá contaba al Monaco-Matin hace unos días que tenía mucha esperanza de que sus bebés se animaran a dar sus primeros pasos para celebrar este cumpleaños, además de presumir que ya intentaban dar sus primeras palabras con algunos sonidos que emulaban ‘papá’ y ‘mamá’. Entre sus contadas apariciones públicas –seis en total- , los mellizos han hecho acto de presencia en los momentos más significativos para el Principado, siempre en brazos de sus padres con quienes guardan un enorme parecido.
Jacques y Gabriella han venido a encabezar la nueva generación de los chicos de Mónaco, entre quienes también se encuentran Sasha e India, hijos de Andrea Casiraghi, y Raphäel, hijo de Carlota. El Hospital Princesa Grace de Mónaco fue el escenario de su nacimiento y no se podría haber pensado en un lugar más significativo que éste. Con enorme cariño el Príncipe Alberto ha hablado de lo mucho que le hubiera gustado que su madre conociera a sus hijos, anticipando que hubiera sido una fantástica abuela.
Aunque todavía son muy pequeños, los Príncipes han comenzado a dar pistas de algunos rasgos de su personalidad. La Princesa Charlene ha contado que Gabriella es toda una ‘princesa’, mientras que Jacques se comporta como un típico ‘jefe’. A su corta edad, sus padres han tratado ya de inculcarles algunos de sus gustos personales, mientras el Príncipe Alberto trata de inculcarles el amor por el futbol y el rugby, su esposa ha hecho ya algunos paseos a la playa con sus chicos para compartirles su pasión por el mar.
Este día tan especial será celebrado en la privacidad del hogar, el Príncipe Alberto decidió únicamente cumplir con un compromiso por la mañana, para poder dedicarle la tarde a sus hijos. “Sólo quiero disfrutar en familia”, contaba hace algunos días. Y en ese entonces todavía no tenía muy claro qué regalaría a los chicos, si darles algo significativo que guardaran por años o los juguetes que seguramente apreciarían más en este momento.
