A casi nueve meses de haber recibido a la Princesa Gabriella y el Príncipe Jacques, la Princesa Charlene de Mónaco luce más hermosa que nunca. Con contadas apariciones públicas desde que se convirtió en mamá, la Princesa se tomó la noche libre de los biberones y cuentos para poder asistir con el Príncipe Alberto a la Princess Grace Awards Gala. La pareja presidió el evento en honor a la caridad inspirada en la Princesa Grace, en compañía del actor Robert Redford.
La Princesa lució de lo más elegante en un vestido de Christian Dior Couture. El vestido en negro con detalles en rojo con mangas cortas, cobró elegancia gracias a la estilosa personalidad de Charlene. La guapa rubia llevó la melena al natural, dejando ver sus aretes en rosa que combinaban a la perfección con un lipstick color carmín que hacia contraste perfecto con su muy ligero maquillaje. Mientras que el Príncipe Alberto llevó un smoking tradicional, con una chaqueta en color marfil.
El evento se realizó en el Palacio de Montecarlo, en donde la pareja abrió las puertas de su hogar para recibir a distinguidos invitados que año con año apoya a la fundación. El baile premió a talentos de la danza, teatro y cine con becas para que puedan seguir potenciando su labor e iniciar una carrera en estas disciplinas.
Durante la noche, el Príncipe y su esposa estuvieron tomados del brazo en todo momento, compartiendo miradas cómplices y sonrisas conspiradoras sobre y debajo del escenario. La Princesa aplaudió emocionada las palabras de su esposo y ambos fueron testigos de la entrega de reconocimientos a los premiados. “Tengo que rendir tributo a mi esposa, Charlene, porque fue su idea el traer una gala de la Princess Grace Foundation a Mónaco, a el palacio”, dijo orgulloso durante su discurso el Príncipe
Aprovechando la presencia de Robert Redford en el principado, el actor compartió una divertida anécdota en la que habló de sus intentos fallidos de juventud para conocer a la mítica Princesa Grace. Fue en 1956 mientras recorría Europa que Redford quiso conocer a la famosa Grace Kelly, pero sus esfuerzos no lo llevaron más allá de la reja del palacio desde donde los guardias le pidieron que se retirara.
La Fundación acostumbra a realizar sus galas en otras ciudades como Nueva York, pero con un papel más activo en este trabajo de caridad, la Princesa Charlene ha decidido otorgarle un toque más especial y cercano.
