Las joyas, los tocados o los cinturones son piezas con un protagonismo especial en todo look de novia, pero ninguna de ellas, por muy cuidadosamente seleccionadas que hayan sido, puede alcanzar en relevancia al ramo. Si bien los pendientes, colgantes o broches pueden tener un vínculo especial con la protagonista del gran día (pueden ser un regalo o un préstamo familiar), las flores solo se utilizan y acompañan un estilismo de este tipo una vez en la vida y por ello son muchos los allegados a la novia que han encontrado en regalar un ramo la oportunidad de mandar un emotivo mensaje. En cuanto a su diseño, las posibilidades son casi infinitas: de una misma flor, de flores preservadas, de inspiración silvestre… Y, quienes quieren una personalización al milímetro, se fijan, también, en la forma en la que se ata o recoge este accesorio. Estas 9 maneras de hacerlo son tan bonitas como útiles.