Se casó 2 veces, pero se vistió de novia 5: repasamos los looks nupciales de Audrey Hepburn

De su primer Givenchy al vestido de novia más imitado

Por Regina Navarro

Hablar de novias icónicas es hacerlo de Grace Kelly y de aquel maravilloso e imitado vestido diseñado por la estadounidense Helen Rose que, en aquel momento, trabajaba para la Metro-Golden-Mayer. También de Elizabeth Taylor y los diseños que llevó en sus ocho bodas con siete maridos diferentes. Y, por supuesto, de Audrey Hepburn, que se casó en dos ocasiones, pero se vistió de novia en cinco. Dos de ellas en el cine y, la tercera, en una boda que no fue. Y aunque son los diseños de sus enlaces reales y celebrados los que han marcado un antes y un después en la historia nupcial, todos tienen el sello inconfundible de la actriz. Pero empecemos por el principio.

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Corría el año 1952. Audrey tenía solo 23 años y se había comprometido con el aristócrata e industrial británico John Hanson, a quien había conocido durante un cóctel en Mayfair. Ese fue el mismo año en el que la actriz rodó Vacaciones en Roma, una de sus películas más emblemáticas en la que compartió cartel con Gregory Peck. Por eso no sorprendió que, aprovechando las jornadas de rodaje en la capital, visitara el atelier de las hermanas Fontana, uno de los más importantes de aquel momento en Roma. Para ella diseñaron un vestido de satén en color marfil, con cuello barco, manga francesa, ceñido a la cintura y rematado con un pequeño lazo. Una prenda que la actriz nunca se llegó a poner. Los azares del destino hicieron que fuera la propia Audrey la que suspendiera la boda con el fin de dedicarse totalmente a su carrera profesional.

Pero el diseño, del que hay fotografías, no quedó guardado en ningún desván. La actriz pidió a las modistas que regalaran el vestido a la mujer más hermosa y pobre que encontraran, una italiana que fuera a casarse y no se pudiera permitir un vestido muy lujoso. La afortunada, Amabile Altobella, lo guardó después de su boda hasta que en el año 2002, Micol Fontana, una de las modistas, recuperó el vestido para una retrospectiva sobre la vida de la actriz. Siete años después la prenda fue subastada por 23.000 dólares (unos 21.200 euros).

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En 1954 la actriz se casó con el también intérprete Mel Ferrer. Fue una boda secreta, celebrada en Bürgenstock, a orillas del lago Lucerna, de la que pronto trascendieron las primeras informaciones. Entre ellas que solo acudieron unos poco amigos y que la actriz lució un sencillo diseño de corte midi, con manga larga y voluminosa falda, firmado por Givenchy, que acompañó con una delicada corona de flores. La elección de la firma, en realidad, no sorprende. En aquella época Audrey estaba inmersa en el rodaje de Sabrina (se estrenó en 1954) y ella misma fue la encargada de elegir muchas de las prendas que formarían parte del vestuario. La intérprete viajaba con frecuencia a París en busca de diseños que se adaptaran a su personaje. Y fue Hubert de Givenchy el encargado de confeccionar buena parte de ellos.

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El vestido de novia que Audrey llevó en la película Una cara con ángel (1957), una cinta en la que se retrató la vida del fotógrafo Richard Avedon, fue uno de los más copiados en la década de los sesenta, y aún hoy hay réplicas de la prenda. Se trataba de un vestido confeccionado por Givenchy –encargado, desde el rodaje de Sabina, de vestir a la actriz en la mayoría de sus trabajos– con escote de barco, cuerpo ceñido y una voluminosa falda de largo midi. Un diseño que Audrey llevó con un sencillo velo decorado con un lazo y unas bailarinas.

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Poco después de su separación de Mel (se divorciaron en 1968), Audrey conoció a Andrea Dotti, un médico italiano que fue el padre de su segundo hijo. La diferencia de edad no importó a la actriz –que era casi 10 años mayor que él– y apenas dos semanas después de comprometerse, se casaron en Suiza. Quizá lo más llamativo del vestido que eligió para el gran día, también de Givenchy, es su tono. Aunque no todo el mundo lo sabe –las fotos que se difundieron eran en blanco y negro– para su segunda boda la actriz se decantó por un vestido de color rosa. Un diseño corto, que combinó con un pañuelo a la cabeza, que ha pasado a la historia.

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En 1979 Audrey Hepburn protagonizó Lazos de sangre, una cinta de suspense dirigida por Terence Young, amigo de la intérprete, basada en la novela de Sidney Sheldon Bloodline. En ella la actriz –que por aquel entonces tenía 49 años– daba vida a Elizabeth Roffe, heredera de un imperio farmacéutico. La película no convenció a la crítica y tampoco el vestido de novia que Audrey lució en la pantalla. El diseño, también obra de Givenchy, con escote de pico, parte superior ablusada y de largo midi, no era blanco como muchos habrían esperado. El tono elegido por el diseñador fue, en esa ocasión, el azul. Un color especial para el look nupcial de la intérprete que pasó más desapercibido. 

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