A tres años de haber dicho 'adiós’ a su público, don Vicente Fernández interrumpió su retiro por una poderosa razón: compartir el escenario con su hijo y su nieto. En un acto sin precedentes, el escenario de la MGM Grand Garden Arena de Las Vegas se vistió de gala para albergar, sobre el escenario, a don Vicente Fernández, su hijo, Alejandro, y su nieto Alejandro Jr quienes, acompañados del mariachi Sol de México, derrocharon talento y dejaron claro por qué son una de las dinastías de música vernácula más importante de nuestro país.
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Convertido en uno de los momentos más esperados de la noche, el encargado de abrir este número familiar fue el menor de las tres generaciones, Alejandro Fernández Jr quien cantó su tema Te amaré, canción con la que, hace justo un año, se lanzó como cantante. Tras lucirse como todo un Fernández, el joven dio paso a su papá, quien interpretó el tema Caballero, el primer sencillo de su nuevo disco. Por último, como era de esperarse, don Vicente reapareció sobre el escenario donde, con su sola presencia, provocó la ovación de todo el auditorio.
Tras sus presentaciones por separados, los Fernández unieron sus voces para interpretar el legendario tema del Charro de Huentitán Volver, Volver. Fue en ese instante donde las tres generaciones hicieron historia al presentarse por primera ocasión juntos. Al término de la canción, Ricky Martín sorprendió a don Vicente con un reconocimiento que lo llenó de emoción. Tras abrazar al presentador de esta gala, el tapatío tomó el micrófono para responder al público que le gritaba a todo pulmón “¡otra, otra!”.
Pese a la ovación del público, en esta ocasión, don Vicente no puedo cumplir la promesa que desde el inicio de su carrera le hizo a su público -“Mientras ustedes no dejen de aplaudir, su Chente no deja de cantar”-, pero así lo explicó: “Saben perfectamente bien que en eventos como estos tenemos el tiempo medido”, comentó con la simpatía que lo ha colocado como uno de los favoritos del público.
Tras explicarle a los presentes por qué no podía complacerlos con otro tema, don Vicente pronunció un discurso de agradecimiento: “Quiero agradecerle a Dios y a todo mi público, que siento como mi familia, a toda la gente de la radio que han hecho de este hombre un hijo del pueblo y saben que va a ser así, hasta el día en que me sepulten”, comentó. Conmovidos, Alejandro Fernández y su hijo cerraron la presentación fundiéndose en un abrazo que pasará a la historia como un de los momentos más entrañables de la vigésima edición de los Latin Grammy.