En agosto pasado se cumplieron 8 años de que la cantante Lidia Ávila viviera uno de los dolores más grandes: la muerte de su hija Sofía. Si bien, la integrante de OV7 compartió muchos detalles de este triste instante con la prensa, nunca había hablado en público sobre este tema que, hace unos días, compartió en una conferencia organizada por la plataforma Mothers Front, su experiencia y sentir ante este duro golpe de la vida.

Rodeada por otras mamás que, igual que ella, sufrieron alguna experiencia de este tipo. Visiblemente conmovida, la cantante describió los últimos momentos al lado de Sofía, producto de su matrimonio con su manager Paulo Lauria. “Rezamos un padre nuestro, un Ave María y ahí fue que la máquina dejó de funcionar. En ese momento le pedí a la enfermera que le quitara todos los tubos para poder cargarla una última vez sin nada, la cargué y la abrecé”, comentó durante la conferencia.

Luego de abrir su corazón dando detalles de este difícil momento, Lidia Ávila dijo en entrevista a la agencia BoBo Mx: “He compartido la experiencia que tuve de haber perdido un hijo; sin embargo, nunca lo había hecho de esta manera, en un foro, donde había otras dos panelistas con historias también muy fuertes, cada una de ellas, y frente a mamás, que cada una de ellas tiene una historia que contar y, de pronto, estar yo ahí enfrente y poderles compartir mi experiencia del dolor más grande de una madre que es perder un hijo”, comentó.

Si bien ahora la cantante tiene una familia encantadora y es madre de dos hijos, reconoce que revivir aquella experiencia movió muchas cosas en ella: “Remueve cosas, es un dolor con el que vivo todos los días, se aprende a vivir con él, pero también se siente padre poder compartir con la gente y darte cuenta que no eres la única que está ahí cargando una lápida, sino que hay muchas mamás que han pasado, no por lo mismo, sino por cosas similares o por cosas igual o peor de dolorosas que lo mío”.

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Ávila tiene claro que aunque no pudo quedarse con ella, en medio año Sofi le dio la lección de amor más importante que ha experimentado: “Sofi fue el mensaje de amor más grande que me pudo haber mandado Dios, así lo veo yo. Fueron seis meses de aprendizaje y de crecimiento, como un examen final de amor incondicional, ahí me di cuenta de lo que soy capaz como mujer, como madre y del amor que tengo dentro para darle a mis hijos”, finalizó.