Lo suyo ha sido un amor intermitente, desde el 2013, Luis Miguel había sido visto disfrutando de una relación con una mujer de la que poco se sabe, Kristina. Desde aquel famoso concierto “de los tres besos”, en el que el Sol como nunca se había dejado ver, se acercó entre canción y canción para darle besos a su novia frente al público, la pareja se volvió inseparable. Pero como se puede leer en la edición de esta semana de ¡HOLA!, todo parece indicar que han decidido poner punto final a su relación.
En un año de cambios y claroscuros en la vida de Luis Miguel, parece que su noviazgo con Kristina ha quedado atrás. Desde hace algunos meses se ha visto a un Sol muy recuperado, con una imagen más jovial y relajada, incluso mostrándose más cercano y accesible con sus fans. Pero ha habido una constante en estas apariciones, la ausencia de Kristina.
Según se puede leer en el artículo completo de esta edición de ¡HOLA!, la pareja trató de salvar la relación en un último intento con un viaje, pero parece que las cosas no funcionaron. Desde entonces, el intérprete de La Incondicional ha sido visto con amigos y con otras chicas, pero no con la mujer que se había convertido en su eterna compañera.
Mientras su vida personal sufre duros retos, con el fin de su romance, su separación del representante Daniel González y los problemas legales con Alejandro Fernández, Luis Miguel parece estar regresando a sus raíces. No solo ha sido visto con su amigo de juventud Miguel Alemán Magnani, sino que ha regresado después de mucho tiempo al que era el escenario de sus aventuras y más memorables escapadas, Acapulco.
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Este fin de semana, el cantante decidió celebrar como en los viejos tiempos y enfundado en su habitual uniforme en negro, se fue de fiesta en el puerto. Al ritmo de La Chica del Bikini Azul, se vio a Luis Miguel de lo más divertido viendo hacia la pista de un centro nocturno y animando a la gente a corear uno de sus más grandes éxitos.
Lejos de aquel hermetismo que lo ha rodeado en los últimos años, el Sol posó gustoso para los celulares que lo grababan e incluso se le vio interactuando con los presentes que no podían creer con quien estaban de fiesta. Rodeado de tres amigos, Luis Miguel dejó ver un lado muy diferente de su personalidad que recordó cómo era hace algunas décadas.
