La semanas pasada, Alejandro Fernández, de manera involuntaria se convirtió en el tema de conversación de todos los programas de espectáculos al publicar una foto en su cuenta de Instagram donde aparece jugando con los ángulos de su cámara en una pose que parece está tocando el sol. Hasta ahí, todo estaba en orden, hasta que eligió de título “Me encanta tener el sol entre mis manos”, líneas que de inmediato comenzaron a hacer ruido pues la prensa aseguró que era una clara alusión al problema legal que tiene El Potrillo y Luis Miguel, quien es conocido mundialmente como El Sol.
En tiempos de Instagram, cada situación tiene una lectura diferente, de ahí que los medios hayan hecho todo un alboroto sobre esta imagen, que según Alejandro es algo muy normal en él, pues incluso antes de comenzar con este pleito legal con el intérprete de La Incondicional, él ya solía jugar con fotos con el astro.
Durante la conferencia de prensa que ofreció hace unos días en su natal Guadalajara, con la que presentó su nuevo disco Rompiendo Fronteras, el cantante habló de esta polémica y dejó claro que en ningún momento fue su intensión atacar a nadie: “Las cosas legales lo van a ver los abogados y si lo dices por una foto que saqué en Instagram, pues no sé, no sé por qué se lo tomaron tan apecho, no fue nada personal en verdad. Creo que se está viviendo un momento difícil y por ahí mucha gente susceptible se enfadó, pero no fue nada”.
Con la simpatía que lo caracteriza, El Potrillo aseguró que no se trató de un gesto con alevosía, sino de una inocente foto que quiso compartir con sus fans. Como cantante, el tapatío aprendió el abc de la ética profesional de su papá, don Vicente Fernández, quien asegura siempre le inculcó las buenas costumbres en este medio: “Mi padre me ha enseñado a tener muchísimo respeto por mis compañeros colegas y jamás faltaría al respeto”.
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Este fin de semana, el cantante ofreció un íntimo concierto realizado en el Instituto Cultural Cabañas donde estuvo cobijado por dos de sus mayores, por su mamá, doña Cuquita y por su exesposa, América Guinart. En la velada también hubo una subasta de arte para recaudar fondo para la Fundación Alejandro Fernández, que destinará estos fondos a una comunidad indígena de Jalisco.