El pasado mes de marzo, la trama que rodea a la corona británica dio un revés inesperado con la entrevista de los duques de Sussex en el programa de Oprah, en la cual una embarazada Meghan Markle impactó tanto con su testimonio como con su look: un vestido negro de cuello pico, mangas largas y flores blancas, de la firma Giorgio Armani, que llevó con un sobrio recogido con raya en el medio.